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¿Cuál es el siguiente paso de los políticos queretanos?

Por Staff Códice Informativo - 04/01/2017

2017 es un año de definiciones, y aunque no lo digan, los políticos queretanos ya piensan en la próxima elección

 ¿Cuál es el siguiente paso de los políticos queretanos?

Arriba: Mauricio Kuri, José Calzada y Marcos Aguilar / Abajo: Braulio Guerra, Luis Bernardo Nava y Ricardo Anaya

El 2018 ya empezó. Por más que la corrección política advierta que los tiempos aún no son los correctos, en la cabeza de cada político ya se esboza siguiente paso, el nuevo nacer, pues cada tres o seis años, dependiendo del objetivo, un político se rehace para añadirle un agujero más al cinturón.

Y el objetivo de 2018 es el más importante. Se renueva la Presidencia de la República, y para ello ya hay personajes como Margarita Zavala, Rafael Moreno Valle y Andrés Manuel López Obrador que, con alto grado desfachatez, tienen levantada la mano desde ahora. Sin embargo, como satélites alrededor del gran sol presidencial, giran otros objetivos menores que ya se muestran en el firmamento y son esa fruta prohibida que pende del árbol de las oportunidades políticas.

Para la gran mayoría de los actores políticos queretanos el objetivo son esos satélites; aunque su silencio es parte de la postura normada por la ley, estos son algunos de los destinos que pudieran tener en el futuro próximo.

 

Marcos Aguilar Vega

Suya es la ‘joya de la corona’ y por ello el conteo comienza con él. Con la reelección como un escenario posible para continuar con su carrera política, el abanico de posibilidades de las que puede echar mano es más amplio que el de sus predecesores. Pero vamos por partes.

Marcos Aguilar es un político metódico y disciplinado que pudo convertir en oro sus pasos por las legislaturas local y federal como diputado. En ambas experiencias, pero sobre todo en la última, en San Lázaro, pudo construirse como un político importante y supo reescribir la agenda queretana a su antojo. Así fue como se convirtió en un candidato perfecto que arrasó electoralmente por su fuerza y por la debilidad de su contrincante.

Pero esa presencia y porte han caído estrepitosamente ahora que ocupa el cargo de presidente municipal. Marcos Aguilar acusó el cambio de piel; ahora eres un Ejecutivo, cabeza de administración, y eso es muy distinto al solitario liderazgo que supo labrar como legislador.

Ciertamente su capital político se ha visto disminuido, pero aún es un político capaz de construir una candidatura de nivel. Por su presente irregular como presidente municipal, lo más seguro es que desista de optar por la reelección, más bien intentará regresar a su espacio de comodidad; el Senado de la República será, seguramente, su objetivo en 2018, ya que desde ahí podría recuperar las sensaciones que lo ayudaron a ser invencible y con ello optar, en 2021, por la gubernatura del estado.

 

Mauricio Kuri González

Ha logrado lo que en mucho tiempo no había logrado nadie en Corregidora: darle el estatus de ‘gobernable’ al presidente municipal.

De principio, habrá que vencer el discurso de su talante ciudadano; aunque no es militante del PAN, su amistad con el gobernador Pancho Domínguez y las relaciones políticas que ha labrado lo ponen dentro de la lógica electoral de ese partido político, y bajo su ala seguirá creciendo.

Mauricio Kuri también tiene la opción de reelegirse, pero en su caso es aún más claro que esta no es una vía correcta si lo que quiere es perseguir su objetivo ulterior: la gubernatura. Corregidora es un municipio muy pequeño, por lo que, bien trabajados, tres años son suficientes para aprovechar el impulso que desde ese espacio se puede tener.

Kuri necesita ‘doctorarse’ políticamente, construir relaciones a nivel nacional para ser un candidato capaz de ganar una elección a gobernador, y por ello su paso intermedio debe ser a nivel federal. El mejor espacio al que puede aspirar es el Senado de la República, pues es un coto de mínima exposición que puede mantenerlo protegido.

Sin embargo, la competencia interna no será sencilla y existe la posibilidad de que no pueda ser candidato a ese espacio. De ser así, tampoco sería mala opción la de diputado federal, pero precisamente por la reelección, y por las obligaciones de equidad de género, obtener la candidatura a uno de estos cargos es cada vez más difícil.

 

Braulio Guerra Urbiola

Es el principal valor de un PRI disminuido, por lo pronto el más serio de los posibles candidatos a la gubernatura del estado en 2021 por el partido tricolor, pero para llegar allá, tiene que sortear la aduana de 2018. Sin espacios posibles a nivel estatal, tiene dos opciones: competir por la presidencia municipal y arrebatársela al PAN, o buscar refugio a nivel federal.

La primera es una opción muy osada, una misión casi imposible y un harakiri político garantizado. Aunque saliera airoso, tendría que gobernar durante tres años, y Marcos Aguilar es hoy fiel reflejo de lo complejo que puede ser administrar los designios de la capital queretana. Es una opción descartable.

La segunda es una alternativa más sensata. Como diputado federal ha compartido el roce entre Querétaro y la Ciudad de México con temáticas muy genéricas que se disipan entre 500 personas, su figura se ha inflado y no ha enfrentado ningún tema que lo ponga en entredicho políticamente.

Como es diputado federal por representación proporcional, reelegirse no está entre sus posibilidades, pero puede buscar el Senado de la República. Si logra ser el candidato principal, aún si perdiera la elección (algo muy probable por la robustez del PAN en Querétaro y la opinión desfavorable sobre el PRI) entraría como segunda minoría. En el contexto político actual, y en consideración de que nunca ha medido fuerzas electoralmente, debe garantizarse seguir en el ‘club’ para jugárselo todo en 2021.

 

José Calzada Rovirosa

El exgobernador de Querétaro logró hace un año lo que ansiosamente deseaba: hacerse un espacio en el gabinete del presidente Enrique Peña Nieto. Lo hizo en una cartera no menor, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), pero que definitivamente tampoco lo acerca a los círculos más cerrados del poder.

Hay quienes todavía le ven posibilidades de ser candidato a la presidencia de la República, pero su último tren se fue, sin él, con los últimos cambios de gabinete que realizó el presidente, de los cuales no formó parte y quedó lejos de secretarías como Economía, Hacienda, Desarrollo Social o Gobernación, que son las más poderosas.

Dicho esto, Calzada tiene dos grandes opciones. La primera sería buscar espacio en un curul federal, ya sea del Senado de la República o de la Cámara de Diputados. Incluso podría alcanzarlo sin desgastarse electoralmente, pues tiene suficiente capital político como para llegar por la vía plurinominal. Entre ambas opciones, por supuesto la que suena mejor es el Senado, aunque como diputado federal, seguramente de oposición (pues se antoja complicado que el PRI gane en 2018), también podría tener un papel destacado.

La otra opción es tomarse un trienio sabático. Después de la intensa actividad que ha sostenido en los últimos 10 años, seguramente es de su interés bajar el acelerador y dedicarse a otros proyectos de vida. En 2021, podría, por qué no, buscar de nueva cuenta la gubernatura del estado o seguir con la ilusión de ser presidenciable algún día.

 

Sandra Albarrán de Calzada

Ya en la elección pasada se mencionó su nombre como posible candidata a un cargo de elección popular aunque al final no se concretó, seguramente por lo poco sutil que habría sido al estar casada con el gobernador del estado.

Tras haberla visto acompañando a Pepe Calzada por cuanta actividad ha tenido el secretario federal en el país, se sospechó que esto probablemente tenía como objetivo situarla en el imaginario político de los ciudadanos en su preparación como candidata.

Para ella, las opciones son amplísimas. Desde una diputación local hasta el propio Senado de la República, aunque dentro de esa gama sería interesante verla, por ejemplo, como candidata a la presidencia municipal de Querétaro. El capital político de los Calzada es bastante positivo, y con el PRI disminuido no hay muchas opciones interesadas, pero sobre todo competitivas. Ella lo sería, y si lo logra, irrumpiría en el contexto político de Querétaro para convertirse en una actriz de peso.

Además, con la obligación de poner nueve candidatos hombres y nueve candidatas mujeres a las presidencias municipales, las puertas se abren aún más a una opción que si bien suena un tanto descabellada, definitivamente no es imposible.

 

Luis Bernardo Nava Guerrero

A pesar de que su nombre y figura no reciben tantos reflectores, es el hombre más cercano al gobernador Pancho Domínguez. Es, junto a Mauricio Kuri una de sus cartas, y por eso buscarán situarlo en una posición importante para ensanchar las opciones de continuidad, no solo partidista, sino de grupo en 2021. No obstante, para Luis Bernardo tampoco existen demasiadas opciones.

Como en el caso de los anteriores políticos, ser legislador federal sería una alternativa para él, pero hay que considerar que no todos pueden ser candidatos y, en definitiva, no todos pueden ocupar esos cargos.

A Nava, entonces, se le abre una tercera opción que en su caso sí que resulta positiva. Si Marcos Aguilar decide no aspirar a la reelección, entonces el candidato panista a la alcaldía capitalina podría ser Luis Bernardo.

Este cargo suele traer consigo mucho desgaste, pero alguien lo tiene que ocupar. La diferencia para él es que contaría con la anuencia total del gobierno del estado, algo que no tiene Marcos Aguilar y que se ve reflejado en las agendas distintas que suelen impactar negativamente en la figura más pequeña de los dos, es decir, en el alcalde. No sería un paseo por el campo, pero sí tendría condiciones menos adversas que las del actual presidente municipal.

 

Ricardo Anaya Cortés

Por ser el último no es el menos importante. De hecho, es el que más alturas de miras tiene, pero las suyas ya rebasan por completo al estado de Querétaro. Ricardo Anaya es una figura política nacional que tiene como principal pretensión ser el candidato del PAN a la presidencia de la República. A pesar de ser el presidente nacional del partido y tener un alto nivel de exposición, parece complicado que lo logre con la figura de Margarita Zavala, y hasta la de Rafael Moreno Valle, a un lado. Por más vertiginoso que haya sido su crecimiento, difícilmente podrá alcanzarle para ser el candidato, sobre todo porque a su paso ha dejado varios heridos que no piensan dejarle el camino libre. De todas formas, su capital político alcanza sin mayores problemas para un espacio en el Senado, incluso como coordinador de bancada y, dependiendo del organigrama político, hasta presidente del mismo.


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