Autoridades israelíes rechazan petición contra el derribo de pueblo beduino

Una ONG alertó hoy que mañana se demolerá el pueblo beduino de Um al-Hiran, en el desierto del Néguev (al sur de Israel), después de que las autoridades israelíes rechazaran una petición contra su derribo.

“Está previsto que los buldocers se muevan a la aldea beduina del Naqab (Néguev, en árabe) mañana por la mañana“, anunció la ONG local de asesoramiento legal para las minorías árabes en Israel, Adalah, que critica que después se levantará en el mismo sitio una nueva ciudad judía llamada Hirán.

Esto sucederá “aún cuando el Tribunal Supremo dictaminó que los residentes de Um al-Hiran no son ni intrusos ilegales ni criminales”, sino que fueron trasladados allí en los años 50 por el Estado Israelí que ahora “les desaloja sin ofrecerles ninguna alternativa de vivienda adecuada“, critica Adalah.

De acuerdo a la organización, Israel expulsó en 1956 a los miembros del clan beduino Abu al-Qi de sus tierras originarias, en Jirbet Zubaleh, y fueron movidos a este enclave.

Sin embargo, después de 13 años de batalla legal, en 2015 el Supremo autorizó el desalojo porque están en “tierra estatal“, y rechazó la petición de reconsiderar el dictámen y celebrar otra vista sobre el caso.

Adalah lamenta que el tribunal “ignorase las raíces políticas, sociales e históricas de los beduinos residentes con la tierra“, y cifra en unas mil las personas que quedarán desplazadas al final del desalojo, que según confirmó a Efe un portavoz de la ONG, será escalonado.

“El caso de Atir-Um al-Hiran es un claro ejemplo de despojo y desplazamiento por razones estrictamente raciales. La única razón por la que este pueblo es demolido es para permitir establecer una nueva ciudad judía con la gama de tierra que toca“, consideró Adalah.

Um al-Hiran es una de las más de 30 comunidades beduinas que existen en el desierto del Néguv en calidad de “no reconocidas” por ser consideradas ilegales por Israel.

EFE