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Tragar ácido muriático para quitarse la vida: la historia de Sofía

Por Staff Códice Informativo - 18/10/2016

Cerca de 80 personas se han quitado la vida este año en el estado, otros lo intentaron y ahora viven para contarlo

 Tragar ácido muriático para quitarse la vida: la historia de Sofía

A sus 22 años, Sofía vivió en carne propia el infierno de sentirse sola, estar con unos padres que peleaban en todo momento, y ver truncado su sueño de querer estudiar una carrera, situación que la orilló a tener un intento de suicidio.

Originaria de San Juan del Río, donde vivió hasta hace unos años, su preparatoria la terminó a los 18 años, y ante la falta de apoyo de sus padres para seguir estudiando, con violencia intrafamiliar, golpes y maltrato psicológico, la vida se le fue desviando de los planes que tenía.

Sofía buscaba a través del baile desahogar sus tristezas, las tardes de ir a la academia, al ballet, eran su distracción y alivio para olvidar los problemas, hasta que llegaba la hora de volver a lo que ella aún llamaba hogar, donde sufría y contaba las horas para poder huir.

Una tarde, luego de llevar meses pensando en la idea del suicidio, y pese a lo “alegre” que le decían que era por su forma de bailar, decidió buscar otra salida.

Bastaron unos tragos de ácido muriático para intentar quitarse la vida; había escuchado que era una salida rápida, que no implicaba dificultad, por lo que buscó esta vía.

“No había quien me diera la mano, quien me ayudara, simplemente quién me escuchara. Empecé a investigar y decidí suicidarme porque ya no le hallaba sentido a lo que hacía, bailaba, tenía una academia, y ahí podía sacar todo, pero llega un momento en el que eso no te hace feliz, ya no te sirve”, indicó.

Los gritos de dolor, y sentir que se quemaba por dentro, alertaron a su hermano menor, y único con el que estaba en su casa. El hermano llegó, la vio estremecerse en el suelo de su habitación, y optó por llamar al número de emergencias.

“Estaba en el suelo, prácticamente esperando que pasara, el ácido te empieza a quemar”, detalló.

Sofía aún recuerda que no sabía qué pasaría, sabía que quería vivir en ese entonces, pero desconocía si era muy tarde.

Luego de varias intervenciones, y casi un mes después, pudo ser dada de alta en el hospital, con marcas físicas y psicológicas que aún lleva, 12 años después de su intento de suicidio.

“Un intento de suicidio siempre te va a traer secuelas, yo no puedo comer muchas cosas, mi esófago está completamente quemado”, lamentó.

Como ella, cerca de 80 jóvenes este año han recurrido al suicidio, por diferentes cuestiones: psicológicas, económicas, pero con la diferencia, que ahora esos 80 ya no están para contarlo, según datos de una fuente cercana a la Fiscalía General del Estado.

El caso más reciente, ayer 17 de octubre, un joven que intentó lanzarse de un puente en Bernardo Quintana, el resultado, el resultado es que no lo logró.


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