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Perú ¿de Atahualpa a Keiko Fujimori?

Por Staff Códice Informativo - 09/06/2016

Lima, capital del Perú vibra como nunca antes, conocida también como ‘la ciudad de los reyes’ alberga a casi 10 millones de habitantes; uno de cada tres peruanos vive en la capital del país.

 Perú ¿de Atahualpa a Keiko Fujimori?

Por: Eduardo Magaña

La gastronomía peruana, está en boga. La cocina peruana es el resultado de la fusión de la tradición culinaria del antiguo Perú, con sus propias – antiguas y nuevas – técnicas y potajes e influenciado por los usos y costumbres culinarios de chefs franceses, árabes, españoles. También es resultado de la influencia de las inmigraciones del siglo XIX, que incluye chinos-cantoneses, japoneses e italianos. Se puede decir que en el Perú, existen comidas y sabores de cuatro continentes en un solo país.

De los 50 mejores restaurantes de América Latina, Latin America’s 50 Best Restaurants, 9 se encuentran en el Perú. De estos restaurantes, el más famoso y comercial, Astrid & Gastón, incluso cuenta con una sucursal en nuestra capital mexicana.

El dueño, Gastón Acurio es el rey indiscutible de la gastronomía peruana, venerado por la elevación de la comida del país más occidental de América del Sur. Su imperio se extiende a lo largo de América del Sur, y la nueva sede, cuyo costo de remodelación rebasó según se cuenta, los 10 millones de dólares USD, se encuentra en la hacienda histórica Casa Moreyra en Lima, cerca de la casa de infancia de don Gastón, en el exclusivo distrito de San Isidro de Lima. Gastón es efectivamente responsable del revival de la comida peruana y de su internacionalización. Su emporio factura más de 100 millones de dólares anuales, con casi 40 restaurantes en más de 10 países; incluso lo relacionaron con cuentas y empresas de los tan sonados Panama Papers.

Perú, oficialmente conocido como la República del Perú, lo tiene todo: mar, culturas milenarias, agua, ríos, música, gastronomía, historia, literatura, moda y arte. El fotógrafo Mario Testino, el escritor Mario Vargas Llosa y el exsecretario General de la ONU Javier Pérez de Cuéllar son todos peruanos. La historia del Perú se remonta a unos 20 000 años.

La Pachamama o Madre Tierra le dio al país inmensas riquezas, pero como todos nuestros países latinoamericanos, también el Perú ha tenido sus convulsiones y problemas. Dictaduras militares, corrupción, y durante la década de 1980, el Perú enfrentó una fuerte crisis económica y social, acentuada por la aparición de los grupos terroristas de inspiración comunista como Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Los combates entre ambos bandos provocaron la muerte de cerca de 70,000 personas entre combatientes, campesinos y habitantes de las ciudades, culminando con el famoso secuestro de la embajada japonesa, cuya operación de rescate, llamada Operación Chavín de Huántar, es catalogada por muchos como la mejor operación militar de rescate de rehenes de la historia. En esta operación, el gobierno del Perú, presidido entonces por Alberto Fujimori, rescató a rehenes en manos de miembros del MRTA, en la Residencia del Embajador del Japón en el Perú en 1997.

¿Quién no ha oído hablar de las líneas de Nazca? Entre las poblaciones peruanas de Nazca y Palpa y uno de los más grandes misterios arqueológicos de todos los tiempos. El desierto, uno de los más áridos del planeta, fue el hogar de la cultura Nazca, que entre los años 100 y 600 d.C. creó un conjunto de gigantescos geoglifos que sólo son visibles desde cierta altura y que forman figuras animales, humanas y geométricas.

De la misma manera, el Perú es conocido en el mundo por Machu Picchu, la mítica ciudad inca construida en lo más alto de una montaña, rodeada de templos, andenes y canales de agua; edificada con grandes bloques de piedra unidas entre sí, sin el uso de amalgama. Actualmente es considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad, como nuestra bella Querétaro, además de ser reconocida como una de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo en 2007, por ser importante centro político, religioso y administrativo de la época incaica.

El Imperio Incaico fue el más fuerte de la región latinoamericana, junto con los pueblos maya y azteca. Su antigüedad se remonta alrededor del año 1200 de nuestra era. El centro principal lo constituía la ciudad de Cuzco, desde donde se gobernaban los más de 40 mil kilómetros de caminos y cientos de pueblos conquistados. Según la leyenda, los Incas emergieron de la migración de los fundadores, desde la región de Tiahuanaco. Estos habrían salido del lago Titicaca para fundar la capital de la civilización por encargo del dios Sol. Así, se sucedieron diferentes gobernantes que hicieron del Imperio una gran nación que estaba en su máximo esplendor cuando llegaron los españoles a América. Tal como sucedió en el caso de nuestros antepasados en México, había problemas sucesorios y pleitos entre las distintas ramas del imperio.

Precisamente, cuando los dos últimos Incas, Huáscar y Atahualpa, estaban disputándose el trono del Imperio, los conquistadores españoles hicieron su aparición desde América Central y derrotaron al Imperio. La época de la Conquista del Perú fue un periodo traumático y difícil, tanto para los nativos indígenas como para los nuevos gobernantes europeos, como en casi toda nuestra América Latina. Fue un cambio radical en la composición de la sociedad y en la cosmovisión de los habitantes del Perú.

Desde esta época, el virreinato se denominó ‘Perú’ y políticamente se le organizó en intendencias y gobernaciones, siempre a cargo de autoridades peninsulares, los virreinatos del Perú y de Nueva España (o México) eran las sedes del poder español en las Américas. La conquista y la colonia son las épocas de las grandes campañas de evangelización y adoctrinamiento, con el fin de hacer del Perú una auténtica colonia española.

Los españoles, de la misma manera que en nuestro país, intentaron borrar todo y cualquier rastro de las culturas precolombinas. Es por esto que los intentos de rebelión no se hicieron esperar; siendo el más grande el liderado por el cacique Túpac Amaru II, quien congregó a gente de todas las razas y clases sociales contra la Corona española; finalmente, fue derrotado y es, por cierto, en su honor que el movimiento revolucionario de finales del siglo pasado, toma su nombre.

La crisis del virreinato pero especialmente los peruanos criollos (hijos de españoles nacidos en el Perú) fueron los principales gestores de la Independencia del Perú al igual que en nuestro México. La etapa de la República del Perú nace en 1821, con la jura de la Independencia en la ciudad de Lima, liderada por el argentino José de San Martín. Sin embargo, fueron necesarias dos batallas más (Ayacucho y Junín) en 1824 para sellar por fin la Independencia. Conseguida la libertad de España, el problema más importante para las jóvenes repúblicas fue la organización política y el consenso de los nacientes grupos sociales. ¿Cómo lograr que el Perú se desarrollara de manera independiente y qué grupo sería el más idóneo para gobernar el Perú?

Desde entonces, esas han sido las grandes interrogantes, y su falta de resolución y definición correcta le ha traído al país los problemas de los que hablaba al principio de este escrito. Desde las primeras guerras entre los caudillos militares hasta las luchas entre las organizaciones políticas de los últimos años, el Perú parece no haber encontrado aún la fórmula adecuada para lograr sus metas.

Es en este contexto que el Perú se encuentra en periodo electoral para remplazar al actual presidente Ollanta Moisés Humala Tasso, quien juramentó con el cargo de Presidente de la República el  28 de julio de 2011. La primera vuelta de las elecciones de este año vio un total de 10 candidatos, de los cuales Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski pasaron a la segunda vuelta para definir al próximo presidente del Perú, y que gobernará el país para el periodo 2016-2021. Esta elección se llevará a cabo el próximo 5 de junio.

Keiko Fujimori, o Keiko Sofía Fujimori Higuchi es la primogénita del ex presidente Alberto Fujimori, cinco veces juzgado y condenado, luego de su extradición en 2007, a un total de 52 años de cárcel por múltiples delitos de corrupción y lesa humanidad. Figura polarizadora al igual que su padre, Keiko es consciente del temor, incluso la animadversión, que despierta. Keiko se desempeñó como Primera Dama durante parte de la Presidencia de su padre y por esta razón entre otras, comparte con el viejo fujimorismo los gestos populistas mezclados con pragmatismo, aunque aspira a ser aceptada por su proyecto de país reformista, responsable y con sensibilidad social.

Por su parte, Pedro Pablo Kuczynski, conocido popularmente como PPK, ha sido un empresario y político ampliamente respetado. Trabajó en el Banco Mundial, fue Ministro de Economía entre 2001 y 2002. En un segundo período, de nuevo se desempeñó primero como Ministro de Economía y luego como Primer Ministro entre 2005 y 2006. A PPK se le recuerda porque entre otras cosas, logró bajar el déficit fiscal a cero.

El hermano de Keiko, Kenji Gerardo Fujimori Higuchi, también es político. En 2011, cuando incursiona a la política nacional, fue el congresista más votado y ha declarado que si su hermana no gana la elección presidencial, él competirá en la próxima oportunidad o campaña. La familia Fujimori, ávida de poder y gran operadora electoral, mueve su músculo para recuperar la cima, hoy o en un futuro cercano.

Según el Diario El Comercio del Perú, la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, tiene ventaja en la primera encuesta con miras a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. La ex congresista obtuvo 43.6 por ciento de intención de voto frente a los 41.5 por ciento de su contrincante Pedro Pablo Kuczynski, de Peruanos por el Kambio (de nuevo, PPK), lo cual los coloca en empate técnico. De la misma manera, Fujimori y PPK obtienen un empate técnico en antivoto, o la animadversión con los que el público los recibe, con 42.6% y 42% respectivamente.

Los debates de finales de mayo entre Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski serán claves para reforzar las tendencias de voto en ese momento y conocer las capacidades de los dos candidatos finalistas. Aunque es poco probable que estos debates hayan ayudado a sumar gran número de votos, sí resultarán decisivos para marcar las tendencias del electorado, que a pocos días de los comicios del 5 de junio, serán claves porque van a permitir conocer mejor a los postulantes presidenciales, no solo en contenidos y propuestas, sino también en temple y carácter.

Para los peruanos la moneda se encuentra aún en el aire, y sabremos el resultado al mismo tiempo que sabremos quién ganó las 12 gubernaturas en disputa en nuestro país – de nuevo, paralelismos entre países hermanos.


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