Protestas masivas en Brasil obstaculizan al gobierno de Michel Temer

A una semana de haber iniciado su periodo como presidente interino de Brasil, Michel Temer ha tenido que enfrentar una dura oposición por parte de los partidarios de la destituida Dilma Rousseff.

Mientras que algunos analistas políticos brasileños lo acusan de encabezar uno de los gobiernos más conservadores desde que terminó la dictadura militar en los años ochenta, numerosos sectores sociales y sindicatos consideran que su gobierno “es golpista”.

En este sentido se manifestó la Central Única de Trabajadores (CUT), organismo cercano al partido de Dilma Rousseff y Luis Ignacio Lula da Silva. De acuerdo con el liderazgo de la CUT, la organización no participará en diálogos con “el gobierno golpista” y mantendrá una postura combativa contra algunas de las reformas propuestas por Temer.

Las políticas de Temer más criticadas por la oposición son las que tienen que ver con la materia económica y laboral. Entre otras cosas, al mandatario se le critica por buscar una mayor flexibilidad dentro del actual esquema laboral de Brasil, así como por proponer una reevlauación de la Reforma Agraria impulsada por sus predecesores y del proyecto Bolsa Familia, al cual se le atribuye haber eliminado el hambre del territorio brasileño.

En el mismo sentido, los críticos acusan a Michel Temer  de promover la represión debido a quienes integrarán el ministerio de justicia durante su gestión.

Por decisión de Temer, esta dependencia estará encabezada por Alexandre de Moraes, quien se desempeñó con anterioridad como titular de Seguridad Pública en el estado de Sao Paulo. Durante su gestión, De Moraes apoyó la represión violenta de las manifestaciones y sugirió que los manifestantes eran guerrilleros urbanos con la intención de desestabilizar al país.

Por otra parte, el nuevo presidente anunció medidas fiscales similares a las que le grajearon a Rousseff la enemistad de diversos sectores dentro de la legislatura. El objetivo de estas medidas, según explicó, es mitigar el déficit que experimenta el erario público brasileño.

No obstante, analistas brasileños han señalado que esto le podría ocasionar a Temer muchas enemistados no solo entre quienes se oponen a él en este momento, sino también entre quienes lo apoyaron en un inicio.