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El Super Bowl 50 no está decidido

Por Staff Códice Informativo - 07/02/2016

Aunque las apuestas están a favor de Carolina, la historia en los Super Bowls ha dictado otra cosa, así que esta tarde, Denver podría dar la sorpresa

 El Super Bowl 50 no está decidido

Si dependiera de los apostadores de Las Vegas, de la gran mayoría de aficionados y de los especuladores, las Panteras de Carolina ya deberían de ir buscando un bonito lugar al Trofeo Vince Lombardi en sus instalaciones y colgarle el distintivo de MVP a Cam Newton ante una “inminente” victoria que conseguirán ante los Broncos de Denver en un juego que para muchos será de mero trámite.

Sin embargo, la historia, y no la lógica, parece decirnos que la realidad podría ser muy diferente con un duelo muy cerrado entre el mejor ataque y la mejor defensiva.

Al respecto, existe una máxima de Don Fernando Von Rossum que encaja a la perfección para esta situación y que dice así: “Es más fácil destruir que crear”. Nada más cierto que lo anterior y una frase que bien podríamos aplicar a no pocos Super Bowls, donde se enfrentaron las mejores unidades de cada lado del balón y en donde en la gran mayoría el triunfo fue para la defensiva, para los que destruyen, no para los que crean.

Si hacemos un recuentro de enfrentamientos donde se vieron las caras el mejor ataque contra la mejor defensiva a los largo de los 49 Super Domingos anteriores, podremos comprobarlo, y peor aún, fueron juegos que terminaron con una marcada diferencia en el marcador.

De hecho, hubo quarterbacks de mediana calidad que realmente le deben su título a su gran defensiva como Brad Johnson y Trent Dilfer, con Tampa Bay y Baltimore, respectivamente.

LAS BATALLAS

-Uno de los duelos más representativo es el Super Bowl XXXVII cuando los Raiders llegaron con el segundo mejor ataque y fueron borrados por la defensiva número uno de aquella temporada, la de los Bucaneros. Final: Tampa Bay 48, Oakland 21.

-En la edición XL, los Halcones Marinos poseían la ofensiva mejor rankeada, pero de nada valió ante la defensa de los Acereros, que a pesar de ser la 9, jugó la postemporada como la mejor. En esos años Ben Roethlisberger sólo le entregaba el balón a Jerome Bettis. Final: Pittsburgh 21, Seattle 10.

-Hace dos años, en el juego XLVIII, los Broncos eran imparables con un Peyton Manning en su mejor nivel con la ofensa número uno, pero fueron vapuleados por la mejor defensa de la campaña, la de los Halcones Marinos. Final: Seattle 43, Denver 8.

-A más de 30 años, en el Super Bowl XIX, el ataque comandado por Dan Marino era letal y fueron colocados como favoritos por un amplio margen para derrotar a los 49ers. A pesar de la gran ofensiva de los Gambusinos, su defensiva era la mejor de la Liga y cumplieron al neutralizar a Marino y compañía. Final: San Francisco 38, Miami 16

-Para el Super Domingo XXIV, los Broncos llegaron convencidos de ganar con su explosivo ataque y un insuperable John Elway que comandaba la ofensiva número uno. El problema es que se enfrentó a la defensiva también rankeada como la mejor. Fue la mayor paliza en juegos por el título. San Francisco 55, Denver 10.

-Un caso único que demuestra consistentemente esta teoría son los Bills, que con un ataque siempre rankeado entre los primeros cuatro que sus cuatro apariciones en Super Bowl, tuvo la mala suerte de enfrentar enormes defensivas como las de los Gigantes, Pieles Rojas y Vaqueros, que anularon a la emocionante ofensiva de Jim Kelly para sumar apenas 73 puntos en cuatro encuentros por 139 de los rivales.

UN AJEDREZ DEFENSIVO
Sin embargo, el mejor ejemplo de cómo una gran estrategia defensiva puede anular a la mejor ofensiva se dio en la edición XVIII, cuando los Pieles Rojas del elusivo quarterback Joe Theismann llegaron como el ataque más explosivo con el récord histórico hasta ese momento de 541 puntos anotados. Los Raiders contaban con ataque decente anclado en su corredor Marcus Allen y un aceptable pasador como Jim Plunkett.
Tom Flores, su entrenador, sabía que si quería tener posibilidades de ganar el juego tenía que implementar una sólida y asfixiante defensiva. Y lo logró. El juego se definió con las inigualables coberturas personales de dos grandes esquineros: Lester Hayes y Mike Haynes sobre los buenos receptores Art Monk y Charlie Brown, lo que permitió mandar continuas cargas sobre Theismann y usar un buen número de jugadores en la línea para detener a la locomotora que era el corredor John Riggins. Final: Los Angeles 38, Washington 9.

CURIOSIDADES
Curiosamente, la única ofensiva número que se impuso a la mejor defensiva en un Super Bowl fue la de los 49ers, en el juego XXIV ante los Broncos; no obstante hay una particularidad: se trataba de la ofensiva de Joe Montana, tal vez el mariscal con la mejor lectura de defensivas en la historia. Un dato que destaca es que el coordinador defensivo de los Broncos era Wade Phillips, quien ahora repite en el cargo en Denver. Sin embargo, Newton no es ni cerca Montana, y Phillips ha madurado mucho en los últimos 26 años.

CONCLUSIÓN
La confianza está completamente del lado de Carolina, eso podría relajarlos demasiado, y si Denver quiere ganar el juego, tanto el entrenador Gary Kubiak como su asistente Wade Phillips saben que la responsabilidad cae en la defensiva, que debe mantener a raya los embates tempraneros de las Panteras y abollar su confianza.
Los Broncos saben que no van a ganar con el brazo de Peyton Manning, aunque si están conscientes de que la madurez del pasador es una enorme ventaja, por lo que de seguro tratará de explotar los puntos débiles en cuanto los detecte. Manning será como una víbora, quizá lento y apoyado en su defensiva, pero observador y astuto al momento de picar cuando su víctima menos lo espere.
Después de todo, cuando Denver ganó su primer Super Bowl hace ya 18 años no fue con los pases de Elway, como imponía la lógica, sino con las carreras de Terrell Davis, quien a la postre fue el MVP de la edición XXXII.


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