El papa Francisco celebra misa frente a miles de personas en la Basílica de Guadalupe

Miles de personas se congregaron tanto en la Basílica de Guadalupe como en la zona exterior de la misma para recibir al papa Francisco, quien acudió a este recinto para celebrar la misa que tenía contemplada a las 4: 45 de la tarde como parte de sus actividades.

El pontífice arribó al lugar poco antes de lo previsto, por lo que recorrió el atrio y la antigua Basílica de Guadalupe, en donde le hablaron sobre el atentado que sufrió en 1921 la imagen de la Virgen.

Una vez afuera de este sitio, el Papa se dirigió al templo moderno, en donde lo esperaban diversas personalidades, entre ellas varias decenas de sacerdotes que concelebraron con él la misa que estaba prevista.

Quienes esperaban al pontífice afuera del templo, le lanzaron numerosas porras y vítores al mismo tiempo que agitaban globos tanto blancos como amarillos, que son los colores de la bandera del Vaticano.

Antes de entrar a la basílica, Francisco encendió una llama simbólica frente a la así llamada “Puerta Santa”, por donde tendrán que pasar quienes deseen alcanzar una indulgencia plenaria en el marco del “año de la misericordia”.

Durante su homilía, que realizó en español y en un lenguaje fuertemente poético, el Papa hizo numerosas referencias a la historia de San Juan Diego y la Virgen de Guadalupe.

No obstante, aprovechó también para llamar a la reflexión respecto a la situación que actualmente se vive en México, concretamente en el caso de las personas que desaparecido o que se enfrentan a privaciones ilegales de la libertad.

En este sentido, el pontífice remarcó que, como Juan Diego, los mexicanos contemporáneos estamos llamados a “ser embajadores de la Virgen” y realizar obras de misericordia que redunden en beneficios para los sectores más necesitados de la sociedad.

Durante el día de hoy, sábado 13 de febrero, esta será la última actividad del pontífice antes de volver a la Nunciatura Apostólica.