Presidente del Poder Judicial pide endurecer penas contra conductores ebrios en Querétaro
Conducir en estado de ebriedad en Querétaro no es un delito grave, lamentó Carlos Manuel Septién Olivares, presidente de Tribunal Superior de Justicia
Carlos Manuel Septién Olivares, magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), se pronunció a favor de que se endurezcan las penas contra aquellas personas que conducen en estado de ebriedad, pudiendo generar o provocando algún accidente automovilístico.
En entrevista, urgió por que en la entidad se haga una modificación a la legislación para que las personas que conduzcan un vehículo bajo los influjos del alcohol sean castigadas severamente, pues de lo contrario, los jueces se ven imposibilitados de hacerlo, al no ser considerado un delito grave.
El magistrado reconoció las políticas públicas que han impulsado desde el Poder Ejecutivo del estado para prevenir o inhibir la ingesta de alcohol en exceso y, con ello, evitar más acontecimientos lamentables en las principales vialidades, sin embargo, refirió que actualmente ya no resulta suficiente.
“Hemos visto que el sector público tiene como política pública la prevención de accidentes en base a eliminar o evitar, pero sin embargo lo vemos día a día que aumenta, se incrementa en la juventud sobre todo y lamentablemente nuestra legislación no lo señala como un delito grave, lo hemos visto varias veces y hemos tenido experiencias que a través de los juicios de amparo, que al no considerarse delito grave, los jueces se ven imposibilitados para poder sancionar severamente a las personas que manejan en estado de ebriedad, entonces que mejor será que en lugar de hacer las políticas públicas, además de eso, incrementar las penas”
Además de incrementar las penas, refirió que lo ideal sería que fueran acompañadas con una sanción de rehabilitación por manejar en estado de ebriedad, considerando que lo verdaderamente importante es cuidar y salvaguardar la vida de las personas, quienes en ocasiones pierden la vida de manera inocente.
Finalmente, refirió que actualmente las penas para un conductor ebrio alcanzan hasta los nueve años de prisión, dependiendo los daños que haya ocasionado, así como la reparación económica del daño causado en el lugar de los hechos, aunque esta pena no obedece a un delito grave.