El último hombre que venció a Mayweather

Serafim Todorov ha vuelto a ser noticia en los últimos días en el mundo del boxeo por ser el único pugilista que puede darse el lujo de decir “yo sí gane a Floyd Mayweather Junior”, y no lo hizo en un pleito cualquiera, sino en una semifinal olímpica en los Juegos de Atlanta 96.
Esa fue la última derrota como amateur del estadunidense, quien de inmediato saltó al profesionalismo y ahora 19 años después, se muestra como el más invencible de los invencibles en el cuadrilátero, esta vez para el pleito que sostendrá el próximo 2 de mayo con el filipino Manny Pacquiao en Las Vegas Nevada.
Mientras un nuevo capítulo se escribe en la historia de Mayweather, la página que quedó en su curriculum entre él y Serafim, revela que esa semifinal olímpica fue de polémica.
El 10-9 final que dejó al chico de 19 años de Michigan sin opción a llegar por el oro olímpico, despertó la furia del periodismo local por la labor del árbitro egipcio Hamadi Hafez Shouman, que cerró su cúmulo de errores levantando el brazo derecho de Mayweather, cuando los micrófonos anunciaban a Todorov.
La pelea, elegida en el noveno puesto entre “las 10 controversias más notables de la historia del boxeo olímpico”, según la prestigiosa revista The Ring, tuvo todos los condimentos para que la última caída de Mayweather sea recordada por mucho más que una simple derrota.
“Muchos de los que vieron la semifinal de peso pluma creen, tal vez con razón, que esa L (por derrota) debe haber sido una W (victoria)”, señalan en The Ring. Las críticas estadunidenses tuvieron relación con la puntuación y la imagen que quedó en el ring side de un claro triunfo de Mayweather.
Tamaña fue la creencia que Shouman levantó el brazo equivocado. “Fue un claro ejemplo de incompetencia”, lanzaron desde el equipo estadunidense. Una protesta basada en que Shouman advirtió a Todorov por abofetear cinco veces a su rival y los jueces lo contaban como golpes de puntuación.
“Sabía que había ganado”, le dijo Mayweather a Shouman cuando vio que levantaron su brazo. Una alegría que duró sólo segundos. “Si usted pensaba que gané, es porque usted sabía la verdad”, fue tajante, tras conocer el resultado final.
Floyd cerró su etapa amateur con 90 peleas, 84 triunfos y seis derrotas. La última, el 2 de agosto de 1996, ante el búlgaro de Peshtera, de 27 años, que ya llevaba tres Juegos Olímpicos sobre el lomo.
Todorov, por su parte, sabe que lo que pasó en esa semifinal de los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 fue y será su éxito más recordado, más allá de la polémica que se generó en el cuadrilátero.
Sin vuelo como profesional, su camino más laureado fue el amateur y allí aparece, entre las medallas en los torneos europeos y mundiales, un título que fue cobrando fuerza con el pasar de los años, lo mismo que el invicto de su rival: es el último hombre que venció al “invencible”.
La historia en Atlanta 96 terminó con el oro para Somluck Kamsing, la presea de plata para Todorov y el bronce compartido para Mayweather y el argentino Pablo Chacón.
CAMINOS OPUESTOS
Después, todos eligieron diferentes caminos. El tailandés Kamsing compitió sin éxito en los Juegos de 2000 y 2004, luego se dedicó al cine, a la música y a mostrarse con rivales de la talla de Jean-Claude Van Damme.
Todorov pasó sin pena ni gloria por el boxeo profesional entre 1998 y 2003, y Chacón, ahora entrenador y con un adiós a la actividad por culpa del desprendimiento de retina en ambos ojos, tuvo un prolífero paso por los rings y llegó a conquistar el cinturón de la OMB de peso pluma en 2001.
Todos, a kilómetros de distancia de las excentricidades y los millones de dólares de un Mayweather invicto, considerado el mejor hombre libra por libra del mundo. Un Mayweather que ostenta 47 presentaciones -26 por KO- y ninguna derrota como profesional.
Todorov respetó su campaña como amateur todo lo que pudo. Contó que un par de empresarios los abordaron a él y a Floyd Mayweather tras aquella semifinal en 1996, mientras esperaban su turno para el control antidoping, para convencerlos de pasarse al profesionalismo. Incluso, un empresario lo tentó con un millón de dólares para representar a Turquía en el Mundial de boxeo amateur de 1997.
En ese entonces boxeador europeo respondió inmediatamente que no quería el auspicio y por ello la empresa decidió hablar con Floyd, quien sí aceptó la propuesta.
“Si yo hubiera sabido en ese momento, que mi carrera se iba a cuesta abajo hubiera firmado ese contrato”, dijo el ex boxeador, quien no envidia a Mayweather.
SERAFIM, EN LA RUINA
Hoy, Serafim Todorov tiene 45 años y vive en la ciudad de Pazardzhik con su mujer y dos hijos en un barrio de delincuentes con un seguro de desempleo, que le aporta unos 435 dólares por mes. Vive prácticamente en la ruina, mientras el norteamericano pasa sus mejores momentos y dándose grandes lujos.
En una nota que publicó The New York Times. el búlgaro contó que ante la falta de ofertas laborales fue contactado por gente vinculada con el narcotráfico y de otros sectores de la mafia de su ciudad para trabajar como matón, algo que descartó
En los últimos años tuvo dos trabajos. Uno como repositor en un supermercado y otro como empleado en una fábrica de salchichas.
En contrapartida, Mayweather tiene una fortuna acumulada de aproximadamente 400 millones y por año recibe en diferentes conceptos otros 200 millones más.
Mayweather se enfrentará el próximo sábado en el MGM Grand de Las Vegas al filipino Manny Pacquiao por el campeonato mundial de peso welter.