Ultimátum de Carmen Aristegui a MVS
La periodista asegura que todavía está abierta al diálogo y pide una reunión el lunes para consensuar su regreso y el de sus colaboradores.
La periodista Carmen Aristegui lanzó un ultimátum a la empresa MVS para que ella y su equipo sean reinstalados en su espacio noticioso matutino, para lo que solicitó un encuentro con los accionistas para la mañana del próximo lunes, de lo contrario habrá de tomar las vías legales para que sea respetado el contrato original.
Durante una transmisión vía internet en su página de noticias, la periodista calificó el despido “fulminante” de ella y su equipo como un “golpe ruin en contra de periodistas” y cuestionó “¿Por qué y a cambio de qué?
“Un contrato como el nuestro no se puede romper de esa manera”, dijo.
Para la investigadora, ante pregunta expresa, el asunto deriva de la investigación conocida como “La Casa Blanca”.
“La secuencia de hechos nos sugiere que esto fue fraguado con anticipación, premeditación y mucho poder (…) Es claro que aquí había algo de venganza, de revancha (nos hace pensar que el reportaje de la Casa Blanca no fue transmitido por noticias MVS. Esa es una historia que debemos de contar”.
La periodista consideró que el asunto está todavía en la etapa de diálogo, y reiteró que solicita su reinstalación, el respeto a libertad editorial, al trabajo, así como la reinstalación de los periodistas y colaboradores.
“Y no nos lleven a buscar el amparo de la justicia. Nosotros estamos decididos y esta batalla hacia la libertad, la vamos a dar”.
Se manifestó en discordancia respecto a las expresiones de algunos funcionarios respecto a que es un asunto meramente laboral, y consideró que se trata de un conflicto orquestado, escalado, en medio de un vendaval autoritario que se está dando en México, por vía de prácticas “echeverristas”.
“Lo más importante para nosotros y para nuestra audiencia es no perder lo que hemos ganado, ni aceptar como un hecho consumado la aniquilación de periodistas que han hecho su trabajo, que no piensan rendirse y que tienen claro que es una batalla por la libertad de expresión, por lo ciudadanos, por el derecho a decir y escuchar”.
Ante un segunda pregunta expresa de una reportera en un mismo bloque, respecto si ha sido amenazada, la periodista no contestó la pregunta.
Carmen Aristegui rechazó que existan prácticas provechosas de ella y su equipo, utilizando la marca MVS para propósitos no autorizados, que hayan motivado sus despidos.
“No permitir que un manotazo autoritario destruya un equipo de trabajo y un espacio que se ha ganado”,
La periodista recordó que hay un contrato que cumplir y sospechó que se quiere ventilar por la vía penal, tras un documento que encontró en un árbol al exterior de su casa.
Dijo que se trata de un atropello y no permitirán “que se le dé una vuelta más a esa tuerca autoritaria (…) esta batalla es por nuestra libertad, una batalla que debe ser de todos porque en solitario no podrá ser ganada”, por lo que agradeció el apoyo social”.
También mencionó la serie de desplegados a nivel nacional por haber decidido participar en la plataforma MexicoLeaks, la que reconoció como un portal que abona a la investigación.
“México es un país con muchos problemas y muchos riesgos para los periodistas que son perseguidos o asesinados por hacer su trabajo”.
Una vez más evocó la figura del ombudsman, Gabriel Sosa, para que intervenga en el asunto y agradeció el papel que ha desempeñado hasta hoy.
“Algo grave o muy grave debe haberle pasado a la familia Varga, ,algo grave o muy grave debe haberles ocurrido a este grupo de caballeros siempre atentos y algo pasó para que se comportaran con virulencia y Violencia. Esta conducta no empata con los Vargas que conozco. Faltaron a todas las formas e incumplieron el contrato. No había materia para conflicto interno, como lo quieren hacer pasar. No había diferendo, enojo, ni ruptura y ellos lo saben. Esto no es otra cosa que un intento de golpe y digo intento, porque para nosotros no se ha consumado”, dijo al recordar que todavía prefiere la vía del diálogo.
“¿Quién los condujo a esta decisión?, ¿quién redactó los nuevos lineamientos, los desplegados, quien los hizo hacer y decir lo contrario a todo lo que hemos construido todos estos años juntos?”, agregó.
Carmen Aristegui expresó que bastaba un telefonazo o una subida de escalera para arreglar el asunto.
“Si algo había que hablar, se hubiera hablado (…) y no dar traspiés posteriores con el despido injustificado, todo con tal de tener un pleito público que yo no estaba dispuesta a tener sin razón para ello. ¿De dónde sacaron que hay que poner nuevos lineamientos cuando el modelo vigente está dando sus mejores resultados y es contrario a lo que firmamos, basados en la mordaza y el control editorial? (…) Es un asunto de gobierno corporativo”, cuestionó.