Messi-Luis Enrique, una relación rota

Las relaciones entre Luis Enrique y Leo Messi están rotas. No se hablan. Y no es fruto de un mal momento, de un mal día.
La derrota ante el Celta y luego la suplencia del cuatro veces Balón de Oro en la también caída blaugrana frente a la Real Sociedad provocó otro enfado de Lionel Messi, quien habría encarado al psicólogo y hombre de confianza de Luis Enrique, en los túneles de los vestuarios de la cancha de Anoeta.
Barcelona arrancó su último partido de Liga con el “10” en el banquillo, situación que no terminó por agradar al atacante argentino, por lo que explotó contra el cuerpo técnico, en concreto con Joaquín Valdés, uno de los hombres de confianza del técnico culé.
La situación entre la Pulga y Luis Enrique se mantiene tensa. Según reportaron los diarios catalanes, Mundo deportivo y Sport, el desencuentro entre ambos, así como la ausencia de Leo en el entrenamiento del lunes mantiene un ambiente pesado dentro del seno catalán.
Los problemas entre el técnico y la figura argentina no son nuevos. De hecho se remontan tras la salida de Cesc Fábregas y Pinto del equipo, después se prolongó con la primera rueda de prensa del técnico asturiano. Aquel día, Luis Enrique afirmó “yo soy el líder del equipo”. Una frase que dejó atónitos no solo a la estrella argentina si no a buena parte de la plantilla barcelonista, sin embargo, los acontecimientos se precipitaron en los últimos días. Especialmente duro fue la sesión preparatoria del viernes, día 2 de enero. En un entrenamiento abierto para familiares y amigos de los jugadores, Luis Enrique y Leo Messi se insultaron delante de todos, con frases altisonantes y ofensivas y amenazas.
Horas después, de nuevo entrenador y jugador se enfrentaron cara a cara. Fue en el vestuario de Anoeta, al término de la derrota del equipo ante la Real Sociedad. Messi mostró su disconformidad con la suplencia y que tuviera que salir en el descanso para intentar solventar la papeleta y evitar una derrota que iba a dejar muy tocado al equipo.
La guinda a estas últimas horas se produjo en el entrenamiento de puertas abiertas del lunes. Al ver que Messi no llegó, Luis Enrique le pidió a Pepe Costa que le llamara por teléfono. Cuando este le dijo que no contestaba, mandó que se comunicara con Antonella (esposa de Messi) pero esta tampoco respondió a las llamadas.
En ese momento Luis Enrique se planteó abrir expediente al jugador por un acto grave de indisciplina, pese a que el club lo desmiente. Estaba dispuesto a una sanción ejemplar y fueron los capitanes del equipo quienes le convencieron para que diera marcha atrás y lo dejara todo a expensas de la reunión que tuvieron ayer con el de Rosario, Argentina.