Dilma Rousseff vs Aecio Neves: Brasil entre la izquierda y la derecha
Tras 12 años de gobiernos socialistas, Brasil está hoy más cerca de virar nuevamente a un gobierno de centro derecha
La presidente de Brasil y candidata a la reelección Dilma Rousseff, votó hoy en el colegio electoral Santos Dumont de la ciudad de Porto Alegre, en el sur del país, a las 08:43 horas locales (10:43 GMT).
Rousseff, quien lidera ligeramente todas las encuestas para ganar las elecciones presidenciales de este domingo y revalidar por cuatro años su mandato, votó y posó para los periodistas, sin dar declaraciones.
La actual presidente de Brasil, que asumió el cargo el 1 de enero de 2011, es la favorita para ganar los comicios de este domingo, según las últimas encuestas publicadas la víspera, que le atribuyen el 52 por ciento del apoyo popular contra el 48 por ciento al socialdemócrata Aécio Neves. Tras tres meses de pesada campaña electoral, la candidata del Partido del Trabajo (PT) ha ido de más a menos en las encuestas electorales.
El PT lleva ya 12 años en el poder, y aunque se reconocen los logros obtenidos en materia social, la mayor parte de los brasileños pide cambios importantes para el nuevo gobierno. Por ello, Dilma Rousseff ha ofrecido cambios en la forma de gobierno, pero advirtiendo que no se perderá la línea social. Aboga por extender los programas de vivienda social –más de tres millones construidas o contratadas desde su llegada- y la continuación de la bolsa familia, una política de distribución de pensiones alimenticias básicas que llega, según datos oficiales, a más de 50 millones de brasileños de renta baja.
Por otra parte, el candidato socialdemócrata a la presidencia de Brasil, Aécio Neves, acudió a sufragar en torno a las 10:30 horas locales a Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, a unos 300 kilómetros al oeste de Río de Janeiro.
Aecio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y quien es el candidato favorito de la clase empresarial, fijó su campaña en promover un nuevo modelo económico basado en privatizaciones, recorte del gasto y mayor crecimiento económico, en momentos en que Brasil se encuentra en “recesión técnica”.
El socialdemócrata defiende una renovación en la administración y en la política, debido al sonado caso de corrupción en Petrobras, la empresa petrolera y principal paraestatal de Brasil, que golpeó fuertemente la campaña de la oficialista Dilma Rousseff.