Este Día del Bombero, entrevista con los héroes apagafuegos
Salvar vidas bien vale pena ser voluntario
Compromiso y esfuerzo son dos de las cualidades que se deben tener si se quiere formar parte del equipo de bomberos en cualquier municipio o ciudad, aseguró Alberto González, cabo en la estación de San Juan del Río, en el marco de la conmemoración del Día del Bombero.
Al pie del monumento a los vulcanos en la carretera a Huimilpan, donde les hicieron un homenaje, González dijo a Códice Informativo que la de apagafuegos es una labor bien recibida por la gente y eso es lo que vale la pena aún cuando no se reciba una paga.
“Son muchas las experiencias, son poco desagradables pero ahí estamos para ayudar a las personas que lo necesitan, lo más que se queda uno sin accidentes automovilísticos, personas accidentadas, pequeños, y eso se queda muy grabado”, manifestó.
Aseguró es un trabajo en el cual la capacitación es constante, para lo cual se da tiempo y combina con su trabajo de renta de rockolas.
Alberto cuenta que se decidió para ser voluntario porque siempre le ha gustado aquellas personas en situaciones de riesgo o que más lo necesitan, así como todo el aprendizaje que conlleva.
Agregó que a su familia no le gusta mucho que salga todos los días abordo del camión porque siempre existe el temor de que algo le pueda suceder en alguna de las emergencias que atienden.
“La verdad no le gusta mucho a la familia este trabajo porque es riesgoso, siempre nos apoya a pesar de todo; me gustaría seguir en esto”, puntualizó.
El jefe de bomberos de El Marqués, José Guevara Martínez, quien tiene ya 25 años de servicio en el cuerpo de bomberos dijo que siempre él y su estación han sido afortunados ya que hay mucha gente que brinda su ayuda.
“Algo que debe saber la población es que somos organizaciones no gubernamentales, y tampoco es obligación de la sociedad apoyar, quien lo hace es por amor”, señaló.
Guevara Martínez compartió que, al igual que Alberto, cuenta con el apoyo total de su familia, aunque recordó los primero años no fueron así, ya que de mostraban un poco renuentes por el peligro que pudiera correr.
Narró como dos emergencias lo han marcado, el primero fue un incendio, al cual llegaron tarde debido a la velocidad con la que se propagó el fuego y cobró la vida de cuatro menores, el más pequeño de un año y el mayor de nueve años.
La segunda anécdota que cuenta es un incendio en el mercado de abastos de Celaya en donde hubo 90 muertos, incluso tuvieron que pisar algunos cuerpos para terminar la labor.
Para invalidar envió un último mensaje a los compañeros de profesión:
“Quiero felicitar a los compañeros por el día, desde el lugar donde este quien tenga el signo de bombero los invito a que sigan trabajando y profesionalizando, un abrazo muy fuerte y para sus familias también porque son una parte muy importante para nosotros”, concluyó.