Postura de la rectoría de la UAQ ante la huelga

A continuación se transcribe comunicado de la rectoría de la UAQ, respecto de su postura ante la huelga universitaria:

La Rectoría de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) informa a la comunidad universitaria, a los trabajadores y a la sociedad en general, que el sábado 1 de marzo, a las 12:00 horas, nuestra casa de estudios paralizó sus actividades debido a la huelga iniciada, en uso de su legítimo derecho, por el Sindicato de Trabajadores y Empleados (STEUAQ).

En respuesta a sus demandas, y haciendo un esfuerzo extraordinario, la Rectoría ofreció:

1. Un incremento directo al salario de 4 por ciento, monto superior al tope fijado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) a nivel nacional, que es de 3.5 por ciento.

2. Un incremento de 2.4 por ciento en prestaciones no ligadas al salario.

3. Una bolsa de un millón 300 mil pesos para la carrera administrativa.

Lo anterior no fue aceptado y estalló la huelga.

4. Como un esfuerzo adicional, y con el objetivo de que la huelga no afectara ningún día laborable,  la Rectoría ofreció la basificación de 50 trabajadores con el respaldo económico de Gobierno del Estado.

La oferta tampoco fue aceptada por la dirigencia sindical.

5. El lunes 3 se presentó un nuevo ofrecimiento, que también fue rechazado, y adicionaron a la demanda el 2.4 por ciento directo al tabulador.

6. El día de hoy, tras prolongadas negociaciones, la Rectoría propuso que entre las partes involucradas se aportara para lograr un incremento adicional al tabulador de 1.2 por ciento. De esta manera, se planteó que el Sindicato aceptara reorientar el monto correspondiente a las aportaciones para festejos; la Rectoría y el Gobierno del Estado otorgarían otro tanto cada uno.

Esta medida sería acorde con la política de austeridad que la administración adoptó al cancelar gastos de representación, vehículos, celulares y choferes para funcionarios. Dicha propuesta hubiera representado el incremento al salario total de 5.2 por ciento, es decir el ofrecimiento más alto a nivel nacional.

La representación sindical se encuentra analizando la propuesta.

Es responsabilidad de las autoridades universitarias presentar una oferta viable, que atienda paulatinamente los rezagos de más de una década. Debemos evitar una desestabilización de las finanzas institucionales para garantizar la sustentabilidad de nuestra Alma Máter en bien de los 28 mil estudiantes que se forman en nuestras aulas y de la sociedad queretana en su conjunto.

La suma de los subsidios federal y estatal representa un monto inferior al de la nómina. En 2013, ambos subsidios ascendieron a mil 429 millones de pesos, en tanto que por nómina  se erogaron mil 578 millones de pesos. Esta es una situación que se presenta desde hace más de 10 años. No podemos continuar acumulando déficits que endosarán los problemas a futuras generaciones.

Los recursos propios no pueden orientarse al pago de salarios y prestaciones, toda vez que provienen, en su mayoría, de fondos federales asignados a proyectos específicos, obtenidos mediante concurso académico, que no administra la Rectoría y que están bajo responsabilidad de los propios investigadores y de los directores de Facultad.

No podemos afectar el rubro de becas para estudiantes, pues ello arrastraría un mayor perjuicio al resultar lesionados 14 mil alumnos de bajos recursos, que de otra manera no podrían continuar sus estudios. Es importante recordar que más del 50 por ciento de nuestros estudiantes manifiestan ingresos familiares  menores a tres salarios mínimos.

Las condiciones laborales de los universitarios son mejores que las de muchos trabajadores mexicanos. Nuestras prestaciones (para docentes y administrativos) son superiores a las que reconoce la SEP: mientras ese organismo federal sólo reconoce 40 días de aguinaldo, los universitarios gozamos de 65;  mientras la SEP sólo reconoce 24 días de prima vacacional, los universitarios disfrutamos de 60. Por otro lado, erogaciones por conceptos como vida cara, despensa, gastos dentales, fondo de ahorro, material didáctico y permisos económicos, entre otros, que no son reconocidas por la SEP, los universitarios los recibimos.

La Rectoría ha realizado su mejor esfuerzo para lograr un acuerdo que permita reanudar labores y seguir construyendo de manera colectiva soluciones a los grandes retos universitarios.