“Esposo de la subdelegada” fue detenido en Huimilpan

La administración municipal de Huimilpan emitió un comunicado en donde se defiende de supuestos abusos de autoridad por parte de policías, denunciados por Jorge Luis Terrazas Cruz, habitante de la comunidad de Guadalupe I.

“En todo momento fue respetado el protocolo de detención en apego a las garantías individuales del detenido, como se marca en los convenios con las instituciones encargadas de vigilar y proteger los derechos humanos”.

Explica que el pasado 1º de diciembre fue detenido el mencionado y trasladado a las instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, quedando a disposición del juez cívico, por escandalizar e ingerir bebidas alcohólicas, además de la resistencia al arresto y agredir a la autoridad, faltas referidas en el reglamento de Policía y Gobierno Municipal.

Esto ocurrió alrededor de las 18:00 horas, cuando oficiales a bordo de la unidad 03-720 realizaban recorrido de vigilancia sobre la calle Guadalupe Victoria, atendieron denuncia de un ciudadano que pedía se revisara al hoy mencionado de nombre Jorge Terrazas Cruz, pues lo había amenazado física y verbalmente, con un arma de fuego.

Al dirigirse al domicilio del reportante, se pudo observar a la persona señalada que llegó a bordo de una cuatrimoto, para después dirigirse a los policías de manera agresiva y “a golpes, puñetazos y puntapiés, además de insultarlos de manera verbal”.

Debido a lo anterior, los policías municipales aseguraron a Jorge Terrazas Cruz, quien contaba al momento de arribar al lugar con  una inflamación en el rostro, así como en el ojo derecho y algunos rasguños, ya que indicaba por propia voz que él mismo había participado en una riña en Guadalupe, primero con otras personas.

Al momento de ser asegurado, el detenido  amenazó a los elementos al decirles que “no sabían con quién se estaban metiendo, ya que era esposo de la subdelegada de la comunidad de El Zorrillo”. Mientras se hacía el aseguramiento, el detenido forcejeó con los oficiales, logró morder el dedo meñique, de uno de ellos y tratando de desenfundar el arma al otro oficial.