Permanencia en el Pacto por México

En el PAN estamos acostumbrados a discutir, en otros partidos sencillamente no se discute porque se acata y punto. Preferible debatir y discutir, con sus riesgos, pero en ejercicio real de la libertad, que anular el pensamiento en una obediencia ciega.

Muchas posiciones se han encontrado respecto a la suscripción y ahora permanencia del PAN en el Pacto por México (PxM). Podríamos reducir las distintas posturas en las dos más distantes. Por un lado quienes creen que el Pacto imposibilita al partido para ejercer como una oposición combativa, y quienes afirman que el Pacto es un instrumento de negociación y realización de muchos postulados programáticos del PAN. Los primeros que resienten que muchos acuerdos se lleven a otras mesas distintas al Congreso y los segundos que consideran que desde el partido se puede y debe hacer esta política.

Soy de los que piensa que una solo premisa o argumento basta para estar en el Pacto por México: el interés nacional. Si un elemento ha de distinguir a quienes militamos en el PAN, es que persistan los postulados del primer artículo de nuestros Estatutos para lograr: el reconocimiento de la eminente dignidad humana, la subordinación en lo político, de la actividad individual, social y del Estado a la realización del Bien Común, el reconocimiento de la preeminencia del interés nacional sobre los intereses parciales y la ordenación y jerarquización de éstos en el interés de la Nación, y la instauración de la democracia como forma de gobierno y sistema de convivencia.

Con esta explicitud basta para afirmar la permanencia del PAN en el PxM. Son contundentes las afirmaciones para anteponer los Bienes generales a cualquier intención partidista.

Sin embargo caben otras apreciaciones. La firma del Pacto no cancela, ni ha cancelado, la naturaleza del PAN como hoy partido opositor. Si alguien ha señalado y criticado el ejercicio de este primer año del Gobierno Federal ha sido Acción Nacional y su dirigencia. Si hay un mecanismo que en los últimos años ha permitido sacar adelante reformas detenidas por la mezquindad de doce años del PRI, ha sido precisamente el Pacto. Si la política – con sus negociaciones y acuerdos- concurre en los Cámaras, pero también en los partidos políticos, se está frente a un verdadero estado constitucional de base representativa y democrática; a cada partido corresponderá su coordinación y disciplina interna.

Algunas encuestas publicadas coinciden en que al PAN se le ve hoy como un partido firme a la hora de ser oposición pero abierto a los acuerdos. Esa es una buena percepción para el PAN, y el PxM lo ha evidenciado. Tratar de llevar al partido al primer extremo, donde es preferible sepultar al Pacto, para enfrentar sin ataduras al Gobierno, me parece perverso por que anula posibilidades al interés mayor.

En el PAN cada tema es un aprieto, pero a la vez, una oportunidad para decidir lo que es mejor para México. A favor de la permanencia del PAN en el Pacto por México.