Familiares y amigos de Heriberto Salinas le dan último adiós en La Laborcilla
El joven falleció tras un enfrentamiento con seguridad privada de El Campanario
Dolor, tristeza y amargura son sólo algunas de las sensaciones que se vivieron en la pequeña capilla de La Laborcilla durante el funeral de Heriberto Salinas Galván, quien murió ayer por herida de bala en un enfrentamiento entre habitantes de esta comunidad y elementos de seguridad privada del fraccionamiento El Campanario.
Las lágrimas fueron el invitado principal y al son del canto del dolor el reclamo ardiente al edil de El Marqués, Enrique Vega Carriles, no se hizo esperar, y es que lo hacen responsable de la tragedia al haber estado al tanto de la situación y no haber hecho nada.
A unos pasos de la capilla, una malla ciclónica dibuja un paso que metros adelante lleva a la parte trasera del fraccionamiento El Campanario, conocido por su campo de golf y ser hogar de ciudadanos queretanos acaudalados. Esa malla junto a la barda que cerca el ejido La Laborcilla son el origen del problema entre ambas partes.
Junto a la malla ciclónica, un caseta de lámina de aspecto abandonado es el lugar en el que, de acuerdo a los lugareños, seguridad privada de El Campanario vigila que nadie pase. Adentro de la caseta, un aviso de cambio de turno rotulado por la empresa “Alta Seguridad Empresarial Residencial” confirma las palabras de los habitantes de la Laborcilla.
“Heriberto no ha muerto, la lucha sigue y sigue”, coreaban a la unísono sus familiares y vecinos, quienes en una camioneta con pancartas de protesta en contra del gobierno municipal de El Marqués y del fraccionamiento El Campanario llevaban al joven caído a su lugar de descanso eterno, en el panteón de La Cañada.