Renuncia del Papa es un tema complejo y con trasfondo: experto

La incógnita que surgió a raíz de la renuncia de Benedicto XVI es si la organización institucional de la Iglesia católica continua siendo funcional, al dejar recaer el peso y la toma de decisiones en un solo hombre, consideró el especialista en religión Bernardo Barranco.

“El problema no es la persona que representa al Papa, es el Papado, no es si hizo bien o mal, yo creo que un tema que está de fondo es (que es) fundamentalmente imposible que todo recaiga en una sola persona (…) él mismo (Benedicto XVI) se ha encargado de decir que no es funcional”, recalcó.

En entrevista vía telefónica, explicó a Códice Informativo que la figura de la Iglesia es una estructura muy vertical, autoritaria, autócrata y que descansa toda una complejidad institucional en una sola persona. 

Barranco consideró que esto debería ser pensado para plantear nuevas formas y esquemas sin que exista un quiebre en las tradiciones y añadió que se podría considerar la figura del sínodo o la inmersión de la pluricentralidad, ya que, manifestó, son formas de respeto a todas las culturas.

“Independientemente si la persona es joven, sana, anciana o enferma, es demasiado, es una cuestión que requiere de revisión, es decir, las formas de organización interna que descansan en una dimensión sagrada de una persona o buscan nuevas formas de organización”, señaló Barranco.

Detalló que en la antigüedad, cuando la Iglesia era más sencilla, una sola persona se podía hacer responsable, pero al día de hoy, la religión con sede en Roma es planetaria, con más de mil 200 millones de fieles. 

Por ello, agregó, en ningún caso, ni siquiera en China, se podría pensar que todo recaiga en una sola persona.

“La Iglesia en sus dos mil años de existencia tiene formas y experiencias propias que le pueden servir, pero lo que no está sirviendo es que todo recaiga en el buen o mal desempeño de una sola persona”, enfatizó.

Asimismo, al ser cuestionado sobre los retos a los que se enfrenta la iglesia ante la renuncia de Joseph Ratzinger, mencionó que lo idóneo es que se diera un acercamiento con los jóvenes, mayor sensibilidad en los temas relacionados con las mujeres, así como en temas de sexualidad. 

“Toda la fricción y apertura a los homosexuales, nuevas formas de familia y una mayor misericordia a los vueltos a casar que quedan fuera de la iglesia (…) A los homosexuales no condenarlos y cerrarse a formas prácticas que ya existen, no creo que la iglesia acepte un matrimonio homosexual, pero ser más abierta a las formas de asociación o de articulación civil público, como se da en gran parte de los países”, concluyó.