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Fuente Ovejuna: 10 años de San Juan Ixtayopan

Por Héctor Parra - 25/11/2014

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Pareciera que en algunos lugares de la República Mexicana muchos quisieran aplicar los hechos sucedidos en el año de 1476, en el pueblo Cordovés, época […]

 Fuente Ovejuna: 10 años de San Juan Ixtayopan

Pareciera que en algunos lugares de la República Mexicana muchos quisieran aplicar los hechos sucedidos en el año de 1476, en el pueblo Cordovés, época pura del oscurantismo, cuando el pueblo se unió en contra del Comendador, quien no respetaba las leyes y abusaba de su poder en contra del mismo pueblo, por ello el pueblo le dio muerte.

La delincuencia organizada ha tenido de rehén a millones de mexicanos, sin que las autoridades hayan sido capaces de combatir y frenar eficazmente la ola delincuencial; el pueblo ha quedado inerme ante tantos abusos y atropellos. Hace algunos ayeres que los delincuentes pedían permiso a funcionarios policiacos para delinquir y quedar bajo el control de la “autoridad”. Las cosas cambiaron, hoy es la delincuencia la que impone su “autoridad” y decide de qué territorios se apropia y delinque impunemente, sea o no con la complacencia, temor, contubernio o erigidos en autoridades formales. El último ejemplo de ello es el de Abarca, Presidente Municipal de Iguala, Guerrero ¿Con la complacencia del gobernador?

La sociedad está cansada de tanta violencia sin que exista autoridad que pueda con eficacia combatir a la delincuencia; secuestros, homicidios, extorsiones, cobros de “derecho de piso”, etcétera. Querétaro es uno de los Estados de la República Mexicana que ha logrado en mayor medida sacudirse ese mal, ha podido contener la ola infecciosa de la delincuencia, tiene autoridades que aun son dignas de confianza por los resultados que arrojan en la prevención, procuración y administración de justicia. Cierto, no es la panacea, sin embargo es comparable con aquellos lugares más seguros de otras latitudes. Que falta por hacer, es cierto y día a día se esfuerzan los tres niveles de gobierno por mantener el orden, evitando que la delincuencia se enraíce en nuestro Estado. José Calzada se ha esforzado durante los 5 años de gobierno por conservar el nivel de seguridad que otros envidian, de ahí la invasión que sigue teniendo el Estado.

No es lo mismo en otras partes y ello ha crispado los ánimos de millones de mexicanos que claman por justicia; exigen cambios y demandan mejorar resultados en los tres ámbitos de la seguridad a que está obligado el Estado. Grandes movimientos sociales han logrado conjuntarse a raíz de lo sucedido a los normalistas de Ayotzinapa derivado también de los aberrantes sucesos que cometía el Presidente Municipal de Iguala. El peligro acecha y muchos delincuentes “disfrazados de demandantes de justicia” se han incrustado en las demandas sociales, provocan dañan a terceros, generan problemas sociales que ponen en peligro la estabilidad social y económica, todo por unos cuantos inadaptados sociales.

Este 24 de noviembre, en el año del 2004, los pobladores de San Juan Iztayopan, quemaron vivos a dos policías federales que hacían su trabajo; fueron dantescas las imágenes que en vivo pasaban en los monitores de televisión la escena criminal de los quemados. Fuente Ovejuna se hizo presente ante los abusos de los delincuentes y la ineficacia de las autoridades.

Por eso el Presidente Enrique Peña Nieto anunció hace algunos días que es necesario mejorar el estado de Derecho, ya no resulta eficaz; dijo que convocará a los involucrados para encontrar rápida solución. Y vaya que es urgente el cambio en el funcionamiento de algunas instituciones, desde los mandos en la coordinación de las funciones de seguridad, como en la procuración e impartición de justicia, reforzando los protocolos de actuación con respeto irrestricto a los derechos humanos, pero imponiendo el orden que brinde seguridad a la sociedad; corregir abusos y atacar la impunidad. Los mexicanos, en su mayoría, siguen confiando en Enrique Peña Nieto; esperamos un verdadero cambio que pueda aplicarse inmediatamente, no se puede esperar más o, podría presentarse nuevamente Fuente Ovejuna en muchos otros lugares.

Héctor Parra


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