¿Cárteles electorales?

Faltan 18 días para que termine la contienda electoral en Querétaro y si algo ha sido recurrente antes y durante las campañas es la sospecha que se ha sembrado en medios impresos, electrónicos y redes sociales, respecto a presuntos vínculos de aspirantes y  candidatos con personajes del crimen organizado. Aunque, de los rumores a las verdades, hay un largo trecho.

Primero fue el caso del entonces vocero de la secretaría de Gobierno estatal, Serafín Sánchez, que difundió en su cuenta de tuiter una imagen con presuntos sellos y membretes de la Procuraduría General de la República (PGR) que daba cuenta de un supuesto organigrama del grupo delictivo de Héctor Beltrán Leyva en el que se incluía a tres diputados federales del PAN, entre ellos Marcos Aguilar, hoy candidato a presidente municipal de Querétaro.

Después, la aparición de una nota en el blog del narco:  “Francisco Domínguez … ya pactó con el crimen organizado entregarles Querétaro.”.  A decir del analista político y periodista Ricardo Raphael esta nota: “Fue publicada en el Blog del Narco, un sitio que tiene larga tradición como divulgador de rumores y trascendidos relativos al crimen organizado, pero que difícilmente podría ser considerado como un medio serio de comunicación”.

Y de ahí, vino la difusión en el periódico Reforma, de una grabación telefónica entre dos personas, a quienes el medio identifica como Francisco Domínguez Servién y Carlos Mendoza Davis, candidato del Partido Acción Nacional (PAN)  a la gubernatura del estado de Baja California Sur, en la que  intercambian puntos de vistas sobre una reunión que habría sostenido Domínguez Servién  con un tal Kors y en donde se habrían comprometido con él a aportar seis “kilos” mensuales, durante cinco meses, hasta el día de la elección.

Y después de la grabación, legalmente no ha pasado nada. Mero ruido mediático.

De ahí, este 19 de mayo nos amanecimos con la publicación del periódico Reforma de una nota titulada: Convive con capo hermano de aspirante. En ella el diario da a conocer que “César Gastélum Serrano, líder criminal en Sinaloa, sostuvo un encuentro con Alejandro Domínguez Servién, hermano del candidato del PAN al Gobierno de Querétaro y ex senador Francisco Domínguez Servién”.

Lo anterior fue desmentido pocas horas después por el candidato panista y por el empresario Luis Hernández, dedicado al sector del transporte especializado en Querétaro, a quien Reforma identificó como César Gastelum.

Al parecer hay una clara tendencia, presumiblemente con fines políticos, de querer involucrar a candidatos del PAN con el crimen organizado. ¿Quién gana al lucrar con ello? ¿Querétaro sale beneficiado?

Hablando de la delincuencia organizada, lo único cierto es que aquí en Querétaro vivía Héctor Beltrán Leyva, líder del cártel de los Beltrán, desde hace algunos años. Pasó “desapercibido” para muchos hasta que un operativo federal lo capturó en San Miguel de Allende.

Más allá de los rumores, aquí en Querétaro, fue abatido Kike Plancarte, uno de los líderes de Los Caballeros Templarios. Eso, no queda duda, consta en los hechos, más allá de los rumores.

Por el bien de Querétaro,  valdría la pena que predominara la inteligencia de seguridad, por encima de los afanes políticos y los rumores mediáticos.

Por cierto, si confunden a narcos con empresarios, tal vez haya quienes también confundan a brigadistas con reventadores, con eso de que en época electoral todo mundo ve moros con tranchetes.