Verdaderos maestros. DE POLíTICA Y COSAS PEORES / Catón
El ginecólogo le informó a Bobolina: “Vas a tener un bebé”. Preguntó ella, suspicaz: “¿Está usted seguro de que la criatura es mía?”… El reverendo […]
El ginecólogo le informó a Bobolina: “Vas a tener un bebé”. Preguntó ella, suspicaz: “¿Está usted seguro de que la criatura es mía?”… El reverendo Rocko Fages, pastor de la Iglesia de la Segunda Venida (no confundir con la Iglesia de la Segunda Avenida, que permite a sus feligreses cometer el pecado de adulterio a condición de que después aprendan de memoria seis versículos de la Biblia), el reverendo Rocko Fages, digo, no tenía esposa ni amiga. Eso lo llevaba a veces a incurrir en placeres solitarios que luego lo apenaban, pues lo que hacía no cuadraba ni con su edad ni con su ministerio.