Parar el ‘premio’. Denise Dresser
Para el gobierno de Enrique Peña Nieto, la opinión pública es como la carabina de Ambrosio: un objeto inútil. Algo que se puede ignorar. Algo […]
Para el gobierno de Enrique Peña Nieto, la opinión pública es como la carabina de Ambrosio: un objeto inútil. Algo que se puede ignorar. Algo que no sirve excepto a la hora en la cual hay que convencerla de votar. Y tan es así que el Presidente designa a un delincuente para prevenir el delito. Nombra a Arturo Escobar, ex vocero del Partido Verde, como subsecretario de Gobernación, encargado de prevenir el crimen y promover la participación ciudadana. Ignorando la trayectoria maloliente de un marrullero.