Nuestra guerra ajena. Carlos Fazio
En su relación con la administración Trump, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya no ve lo duro sino lo tupido. Con velocidad de vértigo […]
En su relación con la administración Trump, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya no ve lo duro sino lo tupido. Con velocidad de vértigo y casi sin límite de continuidad, en plena campaña electoral y como parte de un juego diabólico que involucra a mujeres y niños, el protofascista de la Casa Blanca ha venido desplegando una serie de medidas ilegales contra familias de indocumentados en Estados Unidos y el éxodo de refugiados procedentes de países de mierda (Donald Trump dixit), que de facto convirtieron a México en rehén de su xenofóbica política.