Astillero/Julio Hernández López/La Jornada
La celeridad impositiva concertada se ha topado con dos inmediatos puntos de resistencia: el movimiento 132, ya en las calles, implacable y claro, y la […]
La celeridad impositiva concertada se ha topado con dos inmediatos puntos de resistencia: el movimiento 132, ya en las calles, implacable y claro, y la recurrencia de Andrés Manuel López Obrador a los tribunales electorales para denunciar un fraude que aún no señala en esos términos pero cuyos ingredientes ya ha precisado. El golpe nocturno dominical en favor de Peña Nieto necesitaba de rapidez para inyectar los virus del desánimo y el cinismo.