Astillero. Nuño: la sombra de Salinas (y de Zedillo). Julio Hernández López
El mensaje que ha enviado Enrique Peña Nieto, mediante los movimientos que autorizó a Aurelio Nuño Mayer y a Otto Granados Roldán, evocan las circunstancias […]
El mensaje que ha enviado Enrique Peña Nieto, mediante los movimientos que autorizó a Aurelio Nuño Mayer y a Otto Granados Roldán, evocan las circunstancias difíciles del arranque de la candidatura presidencial de Luis Donaldo Colosio, las pretensiones de maximato de Carlos Salinas de Gortari y la colocación desde Los Pinos de una cuña en el desarrollo de la campaña priísta de 1994 a través de Ernesto Zedillo, proveniente de la Secretaría de Educación Pública, luego candidato en relevo del ejecutado Colosio y posteriormente distanciado al extremo del propio Salinas de Gortari, éste siempre de ánimos controladores.