Agosto 22, 2017

Rafael Moreno Valle ha emprendido una campaña nacional de largo aliento desde que dejó la gubernatura de Puebla, con el objetivo de posicionarse como candidato del PAN a la presidencia de la República en 2018. Para lograrlo, su estrategia pasa por la construcción de un frente opositor que amalgame a su partido con otras fuerzas minoritarias, sobre todo aquellas que profesan la izquierda moderada.

La semana pasada, el político poblano estuvo de nueva cuenta en Querétaro, ciudad que ha visitado con asiduidad en los últimos meses, y además de su agenda pública, sostuvo diversas reuniones de carácter privado que pretenden construir ese frente opositor, que sería la base de su posible candidatura. Una de esas reuniones la sostuvo con Adolfo Camacho Esquivel.

Moreno Valle recibió al dirigente del PRD en Querétaro en Balvanera, y durante algunos minutos compartió con él el proyecto que ya emprende para 2018.

Esta reunión no le cayó demasiado bien a parte de la militancia perredista, sobre todo la que le es leal al ahora independiente Carlos Lázaro Sánchez Tapia, y este lunes a través de Gabriela Torres, dirigente del Frente Democrático Social por Querétaro, una de las múltiples tribus perredistas que está representada en Querétaro, lo hizo saber.

Adolfo Camacho no sería el único dirigente partidista que ve con buenos ojos el proyecto de Moreno Valle. Se dice que también los Aguilera, que ya tienen su propio y local Convergencia, podrían operar en ese sentido.

Querétaro es un estado pequeño electoralmente, pero simbólico para el panismo nacional, y sobre todo ahora que Ricardo Anaya, el dirigente nacional del partido, es de aquí. Los queretanos de todos los partidos ya deshojan margaritas para el 2018.