Rubem Alves, teólogo, psicoanalista y poeta Rubén Moreira Valdez

Rubem Alves, “uno de los intelectuales más respetados en Brasil”, nació en Minas Gerais, en 1933. Estudió Teología en el Seminario Presbiteriano de Campinas.

Como estudiante lleva a su país la práctica de los sacerdotes obreros franceses y con un grupo de compañeros se acercó a los trabajadores de São Paulo. Su rebeldía era natural, le causó problemas con la dictadura y salió del país perseguido por ella.

Con la tesis Una interpretación teológica del sentido de la revolución en Brasil obtiene el grado de maestro en Union Theological Seminary. Para 1968 consigue, en Princeton, el doctorado con la tesis Toward a theology of liberation: an exploration of the encounter between the languages of humanistic messianism and messianic humanism.

De regreso a su patria, inició una intensa actividad académica y evangélica. Rubem es un provocador intelectual y un insaciable constructor de proyectos. Incursionó en sociología, psicoanálisis, filosofía, educación, literatura y gastronomía. Es un hombre del renacimiento que camino en nuestra época y que se preocupó por los más pobres. Es el presbiteriano que ha influido a miles de católicos en la práctica de una fe liberadora.

Su tesis doctoral es pionera en el campo de la Teología de la Liberación. Se publicó dos años antes que Teología de la Liberación. Perspectiva, el influyente libro del recién fallecido Gustavo Gutiérrez. Los teólogos latinoamericanos se conocieron en 1969 en Ginebra, Suiza.

Leonardo Boff dijo: “El primero en escribir a fondo sobre la teología de la liberación… Uno de los trazos fundamentales del abordaje de Alves fue el entendimiento de que esa línea de pensamiento debería ser completada por dos procesos, el psicoanalítico y el pedagógico”.

Sus posiciones de avanzada le confrontaron con la jerarquía de su fe y con un grupo de pastores, después de una profunda reflexión, funda la Iglesia Presbiteriana Unida de Brasil, miembro del Consejo Mundial de Iglesias, organización en la que Alves laboró de forma muy activa.

La propuesta del teólogo contempla la reconfiguración de los lazos entre los estudios religiosos, históricos y políticos. Sostiene que la liberación económica, social y política es clave para conceptualizar la fe en Cristo. Su pensamiento se compone de su adhesión a una teología liberadora; de la propuesta de una práctica educativa que sirva para romper la explotación, y del rechazo a la religión con atadura institucional.

El incansable Alves reflexionó en la relación entre la teología y la poesía, y entre la primera y el psicoanálisis. Alguna vez dijo: “los profetas no son visionarios que anuncian un futuro que está por venir, son poetas que están proyectando un futuro que puede suceder. Los poetas sugieren un camino”.

Muere de pulmonía en 2014. La frase del primer párrafo la pronunció Dilma Rousseff, al saber del fallecimiento de su paisano.