¿Para qué el voluntariado?

Necesidades hay muchas y muchos son los tipos de voluntariados en los que podemos participar con base en nuestras habilidades e intereses.

Por Jhaneffer Ortega Alcántara,
Profesora de la Escuela de Humanidades y Educación, Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro.
Correo: jortegaa@tec.mx
Twitter: @JhaneOrte
La pandemia causada por el COVID-19 aún sigue y no tenemos fecha ni certeza de cuándo concluirá, pero sí podemos apoyar para aligerar la situación. Una herramienta que nos puede ayudar a enfrentar los efectos negativos de la enfermedad y a unirnos como país, como comunidad o como familia es el voluntariado.
Ser voluntario es ofrecer ayuda o contribuir, por decisión propia y libre, al bienestar de otros y mejorar su calidad de vida. Consiste en hacer un trabajo por buenas causas, sin que se pague por ello. Tiene como propósito ayudar a personas o comunidades que pasan por condiciones de vulnerabilidad o de riesgo en su salud, por desastres naturales, violencia, pobreza extrema, desempleo, exclusión, entre otros.
Para elegir dónde hacer voluntariado primero debemos determinar qué nos motiva, quizá las ganas de mejorar el mundo, el amor por la naturaleza, nuestros valores; segundo, identificar qué necesidades o problemas hay en el entorno; tercero, reconocer qué podemos brindar según nuestras capacidades; cuarto, investigar en qué instituciones u organizaciones podríamos colaborar aunque también lo podemos hacer por cuenta propia; quinto, capacitarnos para adquirir destrezas, si es necesario y, finalmente, participar activamente en el proyecto de nuestra elección.
Necesidades hay muchas y muchos son los tipos de voluntariados en los que podemos participar con base en nuestras habilidades e intereses. Existen voluntariados en los siguientes ámbitos: cultural, ambiental, social, deportivo, comunitario, protección civil, educativo, sanitario e internacional.
Si el voluntariado es cultural difundiremos, por ejemplo, la identidad o promoveremos justamente la cultura del lugar o la creatividad; en el ambiental, mejoraremos espacios, recuperaremos y protegeremos especies; en el comunitario, participaremos en eventos cívicos o vecinales; en el educativo enseñaremos a niños, jóvenes y adultos programas de lectura, alfabetización, talleres de regularización; en el sanitario, ofreceremos asistencia domiciliaria, promocionaremos la donación, el cuidado de la salud, etc.
Al realizar un voluntariado se favorecen las personas a quienes ayudamos, pero como voluntarios también nos beneficiamos nosotros: a mejorar como personas, expandir nuestra visión del mundo, ser empáticos, respetar la diversidad, para el crecimiento personal, vivir experiencias únicas y mucho más.