La Política Pública para Personas sin Hogar debe examinarse con lupa

Hola a todas las personas que leen esta columna #Cuidadanía. En esta ocasión, dedicaremos este espacio a revisar la política pública queretana hacia las personas en situación de calle, o como a ellas les gusta llamarse: Persona sin Hogar.

Iniciamos diciendo que, a nivel estatal, las personas sin hogar estuvieron invisibilizadas durante mucho tiempo y, estirando mucho la protección del artículo uno de nuestra constitución federal, solo se contemplaba su protección bajo el apartado de personas pobres, pero sin la característica común que identifica a este sector de nuestra sociedad: el que no tengan un hogar donde vivir y hagan su vida en las calles de nuestras ciudades.

Los primeros intentos para establecer un puente con dicho sector social se dieron en la primera administración del alcalde Luis Bernardo Nava, que a través del área de reducción de riesgos municipal a cargo de la Adriana Bouchot, se realizó el primer censo de personas sin hogar y cuyos resultados en ese entonces indicaron que las personas sin hogar pernoctaban principalmente en la delegación Centro Histórico y que una mayoría sufría de problemas de salud mental y se establecieron los primeros proyectos municipales puntuales para brindarles atención, como acceso a baños y comedores públicos, así como apoyos para trámites de documentos oficiales como el INE y se hicieron algunos acuerdos puntuales con negocios del centro histórico para brindarles opciones de empleo.

Sin embargo, fue hasta la crisis desatada por la pandemia de Covid-19, cuando la población sin hogar Queretana se hizo visible para toda la sociedad queretana; cuando a la instrucción del gobierno federal de quedarnos en casa, el Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y la iniciativa Ahora, hicimos la siguiente pregunta: ¿y qué va a pasar con las personas que no tienen casa?, ¿morirán solas en las calles de nuestra ciudad?

Ese cuestionamiento proveniente de la sociedad civil al municipio de Querétaro encontró oídos empáticos en Adriana Bouchot y en el corazón de Luis Nava y su esposa Arahí Domínguez, que hicimos el compromiso de trabajar juntos y poner al centro a la población sin hogar y así abrió sus puertas el 11 de mayo de 2020 en el parque Alcanfores el único refugio para personas sin hogar durante la Pandemia por Covid-19 en todo México.

Pronto la solidaridad queretana se hizo presente y a las hélices del gobierno municipal y las OSC, se unieron la hélice académica con el gran apoyo de la rectora de la UAQ Tere García Gasca y la hélice de pequeños comercios y ciudadanía en general que, con sus donativos en especie, contribuyeron a que las 130 personas que se atendieron en los meses más pesados de la pandemia pudieran sobrevivir y no morir en soledad en las calles de nuestra ciudad, como ahora está ocurriendo.

Esa experiencia marcó la vida de muchas y muchos de nosotros y también sirvió para desarrollar e implementar una metodología de trabajo llamada “Circulas Comunitarias”, que a través del “clavado hacia nuestro interior”, conversatorios, películas y amor comunitario, pudimos estabilizar emocionalmente a las personas que decidieron libremente pasar la cuarentena con nosotros en el refugio y lograr la integración sociolaboral de una buena parte de ellas.

Pronto nos dimos cuenta de que la pandemia no iba a ser cosa de 2 meses, sino de años y bajo el liderazgo de Luis Nava, el Cabildo del municipio de Querétaro tuvo el gran acierto de aprobar una política pública permanente para la atención de las personas sin hogar, que dio como resultado el nacimiento del Hogar de Transición “Cambiando Vidas”, con la finalidad de seguir acompañando a las personas sin hogar que requirieran un lugar para vivir y en su proceso de estabilización psico-emocional.

Desgraciadamente, la idea original del Proyecto Alcanfores de ser un refugio y Centro de Servicios para todas las personas sin hogar que lo necesitaran se trastocó con el tiempo y terminó siendo algo parecido a un Anexo con financiamiento público, donde la atención se dejó de dar a todas las personas sin hogar que quisieran ingresar y solo se seleccionaban discrecionalmente algunas personas que “cumplieran con el perfil de acceso”.

Ahora que tendremos una nueva administración municipal, le solicitamos al candidato electo Felifer Macías, así como a todas y todos los regidores electos, que analicen con lupa este programa municipal y, sobre todo, elijan muy bien a la persona que lo dirija, para que la política pública de apoyo a las personas sin hogar sea realmente un derecho humano y no una caridad o dádiva discrecional. Que el Hogar de Transición tenga un consejo consultivo ciudadano y que su operación sea transparente y se tengan evaluaciones periódicas de su funcionamiento por parte de las personas sin hogar, que son a las que debe servir.

Querétaro fue el único municipio que estableció un refugio para personas sin hogar durante la Pandemia, y fue gracias a que la cuádruple hélice, con el liderazgo del municipio de Querétaro, decidió trabajar en equipo por uno de los sectores más invisibilizados y vulnerados de nuestra sociedad. Hay varios casos de éxito de esa primera generación que vivió Alcanfores y ahora están reintegrados a la Sociedad, es tiempo que el futuro presidente municipal los escuche de viva voz y actúe para que la política pública municipal para atención de personas sin hogar sea un orgullo queretano otra vez.

Por Waltter López, Vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación, A.C.