La pareja: Respeto y Límites

(Primera parte)

Con mucha emoción de encontramos nuevamente por este medio y dándoles la bienvenida a los nuevos en este espacio continuaré compartiendo con ustedes temas y aprendizajes de la relación de pareja.

Como lo he explicado antes la pareja es esa trascendente relación que despierta en nosotros todas las memorias de nuestra historia y nos permite ver de frente nuestras heridas y aquellas compensaciones que hemos construido a lo largo de nuestra vida para no sentir el miedo.

Todas las relaciones tocan algo de nuestros miedos, pero en la medida en que una relación es más significativa, como la de pareja, vamos entrando más profundo a las capas de la vulnerabilidad.

Uno de los peores miedos, y uno de los que sin duda experimentamos al estar en pareja, es que al abrirnos emocionalmente, al mostrar nuestra vulnerabilidad el otro pueda invadirnos, abusar o aprovecharse de alguna forma de nosotros.

Deseamos abrirnos y encontrar así la energía del amor, pero no queremos que nos hagan daño. Al mantenernos en nuestro mundo de protección y aislamiento, queremos intentar que no nos lastimen, pero llega cierto punto en nuestro camino de vida que eso deja de funcionarnos.

Salimos del aislamiento al encuentro y nos damos cuenta que arriesgarnos a la relación es parte del camino para crecer y que por lo tanto tendremos que aprender a relacionarnos.
Aprender a aceptar al otro, aprender a confiar y aprender a respetar. Respetarnos a nosotros mismos y respetar a los demás.

¿Cómo podemos construir una relación en el que podamos satisfacer nuestras necesidades y respetar al mismo tiempo las necesidades del otro? Esta es sin duda una de las lecciones que aprenderemos una y otra vez durante la vida.

Comencemos por aceptar que toda relación de pareja es una renuncia a nuestra individualidad, perdemos algo de nosotros para poder ser capaces de entrar en relación.

La aceptación y la confianza, tareas claves a desarrollar en las primeras etapas de la relación se construyen gracias a que hay fusión o confluencia. Sin embargo, llega un momento en el que la relación continuará creciendo en la medida en que podamos establecer límites, establecer fronteras que nos hacen ser un tú y un yo en relación.

Las parejas tienden de manera natural a llegar a este punto donde establecer límites se convierte en una necesidad para recuperar la individualidad.

El arte de vivir en pareja es saber reconocer que si los limites que construimos son demasiados rígidos la relación se pone en riesgo de perder el encuentro, la unión, el vínculo. Por el contrario, si los limites no se establecen o se desdibujan estaremos en riesgo de perdernos dentro de la relación.

En nuestro próximo artículo continuaremos con el tema revisando las heridas que despiertan los limites, las energías que se mueven entorno a ello y conociendo desde dónde esto se vuelve tan atemorizante y conflictivo para la relación de pareja.