La ineficiencia de la política electorera y cortoplacista

En repetidas ocasiones se ha mencionado que algo de lo que se carece en México y en general en América Latina, es la capacidad de sus gobernantes para crear políticas públicas con verdadero impacto social, lo que implicaría dejar de lado la política electorera con la que se diseñan los programas sociales y cambiar el enfoque cortoplacista por uno de largo plazo.

A unos cuantos días de que termine el sexenio del presidente se pueden poner sobre la mesa algunos ejemplos que confirman porque es ineficiente el enfoque electorero y cortoplacista al momento de diseñar políticas públicas.

A pesar de que el gasto en protección social incrementó en 61%, también incrementaron el número de personas que viven en pobreza extrema. En 2018 había 8.7 millones de personas viviendo en esta condición, cifra que para 2022 incremento a 9.1millones de personas, lo que demuestra que a pesar de haber gastado $963,000 millones de pesos en programas sociales, la gente no ha mejorado su calidad de vida, y mucho menos tiene más bienestar.

La esperanza de tener un sistema de salud como el de Dinamarca se quedó en espera… con un incremento mínimo del 5% en el gasto público en salud, hoy en día es el peor momento para que un mexicano se enferme y quiera hacer valer su derecho de acceso a servicios de salud. Hoy el 39% de la población si se enferma, tiene que pagar de su dinero las consultas médicas y medicinas que llegará a necesitar, porque no tiene acceso a ningún tipo de servicio de salud, ni al IMSS, ni al ISSSTE, ni INSABI, ni Bienestar, ni nada.

La estrategia de apostar por los programas sociales electoreros, despilfarradores de dinero, simbólicos e inmediatos le dio resultado para mantener el poder pero no para dejar el México que prometió, ni para dar más bienestar a las personas.