La geopolítica del balón en América del Norte

Cuando hablamos de fútbol, hablamos de globalización. Desde el siglo pasado, el fútbol ha detonado debates en la industria del entretenimiento, la mercadotecnia y la política mundial. En las conversaciones casuales se rumora que el deporte y la política no se mezclan pero en realidad, el deporte es política y viceversa. Dependiendo del contexto y el momento, el deporte ha marcado la historia de sociedades modernas, de organismos internacionales y en ciertos casos ha sido un elemento central para la diplomacia. Es innegable que la Federación Internacional de Fútbol Asociación, mejor conocida como FIFA por sus siglas en francés, es una organización con mucha influencia política y economía en casi todas las regiones del mundo.

Desde 1930, la organización del primer mundial de fútbol representó el inicio de una nueva rama dentro de la geopolítica mundial. En aquél momento, la crisis de 1929 y la destrucción de la Primera Guerra Mundial dejaba a Europa en una posición desfavorable ante Uruguay, el cual construyó el estadio Centenario, con el fin de resaltar la importancia de la región y la identidad de los países latinoamericanos como estados independientes. Con sólo 13 participantes, el mundial de aquel año representó el inicio de movimientos sociales, políticos y económicos que buscaban consolidar potencias mundiales, países en desarrollo e integraciones regionales. Pero, ¿qué es la geopolítica?, ¿qué estudia y cuáles son sus consecuencias dentro del deporte?

La respuesta breve nos lleva al año de 1916, cuando en plena Primera Guerra Mundial, Rudolf Kjellén, politólogo y político sueco, acuñó el concepto su obra Staten som Lifsform (El Estado como forma de vida). Kjellén, resaltó la importancia de crear infraestructura dentro del estado y aprovechar alianzas respecto a la posición geográfica de un país. La FIFA logró apuntalar la cultura del fútbol en sociedades diversas, llegando a audiencias nuevas y creando ídolos mundiales a partir del marketing deportivo y el streaming.

El éxito o fracaso de uno de los eventos más importantes a nivel global dependerá de factores fuera y dentro de la cancha. Para la región de América del Norte, el fútbol demuestra que la movilidad de personas en la región y el crecimiento económico de la industria han llegado hasta las profundidades de uno de los países más poderosos del mundo. En este contexto, los tres países afianzan la relación trilateral que desde 1994 con la firma del NAFTA conforma una de las regiones económicas más importantes del mundo.

De acuerdo con el Wilson Center, el comercio en América del Norte representó $1.78 millón de billones de dólares, una cifra que sin duda respalda la importancia de la región en la economía mundial. En 2024, Estados Unidos y México se encuentran en año electoral y en cierto sentido el fútbol puede convertirse en un factor en común dentro de la integración regional sin importar los cambios políticos. Al centro de
dicha integración el papel de la FIFA será clave para poder visualizar los retos prioritarios entre los tres países.

Al final, el respaldo de los organizadores demuestra que el balón tiene el poder deportivo y poder geopolítico de transformar contexto sociales e individuales.

Mtro. Alberto Ugarte Ortega
ugarte_alberto@tec.mx
Director de Programa de la Licenciatura en Relaciones Internacionales Instituto Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro
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