Hans Küng, el rebelde de siempre
Hans Küng nació en 1928 en Sursee. Allí y en Lucerna acude a la primaria y secundaria. De 1948 a 1951 estudia Filosofía en la […]
Hans Küng nació en 1928 en Sursee. Allí y en Lucerna acude a la primaria y secundaria. De 1948 a 1951 estudia Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, institución dirigida desde su fundación en 1551 por la Compañía de Jesús.
En 1954 se ordena sacerdote y en 1955 obtiene la Licenciatura en Teología. En París estudia en La Sorbona y en el Instituto Católico. En 1957 obtiene el doctorado con la tesis: “La justificación. Doctrina de Karl Barth y una interpretación católica”. Küng era un intelectual inquieto, que conocía la obra de Sartre y había profundizado en la teología del autor de la “Carta a los romanos”.
En 1960 se incorpora como profesor de Teología Fundamental en la Universidad de Tubinga y a partir de 1963 también como Director del Instituto de Investigación Ecuménica.
Juan XXIII, lo nombra teólogo conciliar en el Vaticano II, comparte tareas con Rahner, Congar, Schillebeeckx, Lubac, von Balthasar y Ratzinger. Küng era de los más populares; vestido de “jeans”, llamaba la atención su rebeldía e inteligencia. El éxito del papa Roncalli fue convocar a las mentes más brillantes de la cristiandad, pero sobre todo, aceptar sus consejos.
Küng fue escritor prolífico y de frontera, sus textos causaron escándalo y por supuesto problemas. En 1967 apareció “Iglesia” donde propone terminar con el celibato y la potestad del Vaticano para autorizar obras de carácter teológico. En 1976 publicó el libro “¿Infalible? Una pregunta”. El texto cuestiona el dogma de la infalibilidad papal.
La Congregación para la Doctrina de la Fe respondió al suizo con dos sanciones: en 1975 lo amonestó y en 1979 le retiró la autorización para enseñar. En la sentencia hay una frase contundente: “Ya no puede ser considerado teólogo católico”.
En 1995 crea la Fundación para una Ética Mundial, que será su refugio hasta la jubilación, y desde donde luchará por una forma responsable de convivencia entre los hombres. Alguna vez dijo: “La fe no nos exime de la responsabilidad de tomar decisiones éticas y morales; al contrario, nos obliga a actuar de manera justa y compasiva”.
El teólogo mantuvo una actitud crítica frente a Juan Pablo Segundo y Ratzinger, incluso se opuso a la beatificación del primero y cuestionó sus omisiones en los escándalos de pederastia. Al futuro Benedicto XVI lo conoció en 1957, eran de la misma edad, e iniciaron una larga amistad que se puso a prueba con sus diferencias teológicas. En 2005 se reunieron en Castel Gandolfo, salieron sonriendo del encuentro, pero evitaron hablar de sus diferencias.
Las obras de Küng se ubican en siete grandes temas: La estructura de la Iglesia católica; el cristianismo; las grandes religiones monoteístas; el ecumenismo; el diálogo inter religioso; la ética mundial y la paz. Abogó por la protección del medioambiente, un orden económico más justo, y el diálogo con las iglesias protestantes y abrahámicas.
Hans Küng, no obstante las tensiones con la curia, no dudó de su fe y de su pertenencia a la Iglesia. Al final de su vida, le era difícil lidiar con el Parkinson que padecía e incluso se pronunció por la muerte asistida. Falleció en su casa de Tubinga a los 93 años.
Uno de sus biógrafos dijo: “un hombre valiente, leal e inquebrantable, a su fe, a su creencia en Jesucristo y a la acción de la Iglesia, como él la experimentó y vivió”. Yo lo tengo presente al sintonizar el noticiero nocturno y recordar su frase: “no habrá paz entre los pueblos de este mundo si no hay paz entre las religiones del mundo”.
Rubén Moreira Valdez
Diputado federal por el PRI desde el 2018, es un político de Coahuila, que ha desempeñado distintos cargos en los tres órdenes de gobierno. Fue gobernador de su estado, y actualmente es Secretario General del CEN del PRI nacional y coordinador de su bancada en la Cámara de Diputados. Cuenta con un posgrado en Política y Gestión Educativa en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en México y una maestría en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma del Noreste, así como un posgrado en la Universidad del Valle de Atemajac; el Centro de Estudios Carbonell; el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey; la Universidad Iberoamericana y la Universidad de Salamanca