Escucha Inteligente: Consejos para Mantener tu Audición a Largo Plazo
La exposición continua a sonidos intensos, como música alta en audífonos, ambientes ruidosos en el trabajo o eventos donde el volumen supera los 85 decibeles, daña las células ciliadas de la cóclea (en el oído interno), responsables de convertir las ondas sonoras en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como sonido
El cuidado del oído es fundamental para preservar una buena calidad de vida, ya que el oído nos permite mantenernos conectados con nuestro entorno y comunicarnos eficazmente. Sin embargo, uno de los mayores riesgos para la salud auditiva es la exposición a sonidos de alto volumen. Esta exposición, especialmente si es prolongada, puede causar daños irreparables en el oído y conducir a una pérdida auditiva significativa.
La exposición continua a sonidos intensos, como música alta en audífonos, ambientes ruidosos en el trabajo o eventos donde el volumen supera los 85 decibeles, daña las células ciliadas de la cóclea (en el oído interno), responsables de convertir las ondas sonoras en impulsos eléctricos que el cerebro interpreta como sonido. Estas células no se regeneran, lo que significa que los daños causados por el ruido son permanentes.
Consecuencias comunes de la exposición prolongada a ruidos fuertes:
• Pérdida auditiva progresiva: La audición disminuye de manera gradual, y muchas personas no notan el cambio hasta que ya es significativo.
• Tinnitus: Son zumbidos o pitidos en los oídos, que pueden aparecer después de escuchar música muy alta o estar en lugares ruidosos. Aunque en ocasiones es temporal, puede volverse crónico.
• Fatiga auditiva: Después de una exposición a ruidos fuertes, el oído se siente “agotado”, y podemos experimentar una especie de sordera temporal.
Limita el uso de auriculares y mantener el volumen bajo: Si utilizas audífonos, trata de mantener el volumen a no más del 60% de su capacidad. Evita usarlos por tiempos prolongados y permite que tus oídos descansen.
Usa protección auditiva en ambientes ruidosos: Si trabajas en un lugar ruidoso (como fábricas, construcción o conciertos), es fundamental usar tapones auditivos o protectores. Estos dispositivos ayudan a reducir la intensidad de los sonidos que alcanzan el oído.
Opta por auriculares con cancelación de ruido: Esto permite que escuches música o llamadas en ambientes ruidosos sin necesidad de aumentar el volumen.
Reduce el tiempo de exposición: Trata de evitar lugares con altos niveles de ruido o toma descansos frecuentes para que el oído se recupere. Si estás en un evento o concierto, aléjate de las bocinas o fuentes de sonido.
Proteger la audición es una inversión a largo plazo en nuestra calidad de vida. Adoptar buenos hábitos y evitar la exposición a ruidos fuertes es clave para mantener la salud auditiva intacta.
Diana Estefanía Hernández Martínez / Directora de Programa LTM Campus Qro