En la mesa y reuniones se dejó de hablar de política…

Una de las frases más escuchadas y viejas que gran parte de la población ha adoptado incluso como norma social, sin embargo, ¿Qué consecuencia ha tenido eso para nuestra democracia?

Las consecuencias para un país que tiene una ciudadanía sin interés en conocer, investigar, platicar y opinar de política pueden ser complicadas, más allá de que se pueda tener una sociedad conformista con el gobierno que esté en el poder, de a poco, se abre la puerta para que personajes autoritarios, sin deberla ni temerla, hagan a su antojo lo que quieran con el país.

La desconfianza y gran parte del desinterés que hoy tienen las personas para platicar, comentar y conocer de política, sus actores e interactuar con gobierno es responsabilidad de los partidos políticos. De un tiempo a la fecha la discusión política se centró solo en eso, en hacer más política y se descuidó el acercamiento al ciudadano, la escucha activa y el dialogo sencillo y amigable se fue esfumando.

Los resultados del 2 de junio ya nadie los va a cambiar, sin embargo, la oposición si tienen que cambiar su forma de acercarse, interactuar y fomentar la participación de la ciudadanía, y no solo para los procesos electorales, esta interacción y acercamiento tiene que ser constante además de ser innovadora, fresca, proactiva y hacer que la gente quiera escuchar, informarse, comentar y opinar de lo que pasa.

Para ello, no va a bastar con solo volver a salir a las calles, hacer recorridos, o fomentar ejercicios de participación ciudadana, de aquí en adelante los cómo serán relevante; cómo sea el acercamiento con la ciudadanía y cómo se vea reflejado en el actuar y gobernar serán cruciales para estar en condiciones de competir en la cancha.

Por eso repito, hacer las cosas diferentes, innovar, demostrar que la manera de hacer política y de gobernar evoluciona al igual que evoluciona el mundo, las empresas, los mercados y la sociedad, será la única manera de revalorizar la marca de la oposición con la ciudadanía, y así, volver a ser tema de conversación en la mesa.