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El carro completo, el fantasma del autoritarismo o de la ineficacia

Por - 08/05/2012

No han sido pocas las pocas dentro del priísmo que se saben o se sienten en la antesala de Los Pinos, las que señalan, si […]

 El carro completo, el fantasma del autoritarismo o de la ineficacia

No han sido pocas las pocas dentro del priísmo que se saben o se sienten en la antesala de Los Pinos, las que señalan, si no la necesidad, si por lo menos el deseo de que la recién aceitada maquinaria electoral priísta, de la mano de la que es su carta más rentable en los últimos tiempo puedan alcanzar el mítico “carro completo”.

Es bien sabido que la alternancia partidista no comenzó propiamente con el arribo a la presidencia del panista Vicente Fox en el año 2000, la alternancia en nuestro país había comenzado tres años atrás, cuando entre el conjunto de legisladores que sumaban todos los diputados de la oposición al PRI, hicieron, por primera vez en la época del priato, una mayoría legislativa que por primera vez, contuvo la manera de gobernar del PRI, que hasta entonces, lo había venido haciendo de forma solitaria, autoritaria y hegemónica, hasta entonces, con una oposición minoritaria que a la vez que garantizaba la presencia en los máximos órganos legislativos de voces discordantes, le permitía al PRI, conservar un férreo control del sistema político, particularmente en todo lo tocante a las decisiones que “debían” emanar de un legislativo que ciertamente, estuvo todo el tiempo en el que el PRI fue mayoría, sometido a los excesos de un presidencialismo exacerbado.

No obstante, el actual sistema político, modelado por una de las mentes más lúcidas del priísmo, Don Jesús Reyes Heroles, sistema que válidamente puede ser calificado de ineficiente, le ha garantizado en todo este tiempo al PRI, la posibilidad de mantenerse como la segunda fuerza electoral, como la fuerza opositora más relevante a partir de su calidad de primera minoría, todo ello, desde el mismo momento en el que la derrota electoral tocó a las puertas del PRI allá en 1997 y a partir de éste año, en el que el PRI se convirtió en minoría, no obstante, el diseño del sistema electoral y gracias sobre todo, a la existencias de las figuras plurinominales, ha podido mantenerse como la minoría más grande o si se prefiere llamarle así, la primer minoría, lo que le ha garantizado desde entonces, un papel más que relevante en un esquema que pasó del autoritarismo presidencial a una suerte de parlamentarismo ineficiente.

Aunque siempre se negarán a reconocerlo, el PRI con la fuerza electoral manifiesta en la Cámara de Diputados, ha sido en muy buena medida, el corresponsable en la serie de “atorones” legislativos a los que han sometido a los gobiernos panistas de Vicente Fox y más recientemente, de Felipe Calderón, condenando al ostracismo las principales y más urgentes reformas sustanciales que requiere desde hace varios años nuestro país.

La última vez que el PRI pudo hacer de las suyas con una mayoría legislativa que no necesitaba de ningún tipo de alianza con cualquier otra fuerza política, es tristemente recordada porque la fracción priísta en San Lázaro, liderada por el no menos polémico Humberto Roque Villanueva, aprobaron, ellos solitos, sin la ayuda de nadie más, el incremento del IVA que desde entonces y actualmente, se sigue manteniendo en el 15%, cabe hacer mención que, como corolario, el líder priísta en el Congreso, volvió famosa la no menos vulgar expresión que se conoció como “la roqueseñal” que significaba lo que el PRI nos había hecho a los mexicanos, sin la necesidad de contar con alguien más como aliado; a la postre, este incremento unilateral que hizo el priísmo, fue una de los aspectos que mayormente pesaron en el ánimo de la gente al votar en las siguientes votaciones presidenciales en donde, por primera vez, los electores pudieron cobrarle la factura a los priístas por sus excesos en los ámbitos , pero sobre todo, por su nefando ejercicio del poder.

Desde entonces, el PRI no volvió a ver la suya, nunca más volvió a disfrutar las mieles de lo que significa llevarse el “carro completo”, es decir, ganarlo todo a tal punto, que no necesiten de nadie más para aliarse y gobernar. La última vez que el PRI contó con una mayoría absoluta, necesaria para controlar ambas cámaras legislativas, fue de 1994 a 1997, desde entonces, muchas cosas han cambiado, algunas para bien y otras para mal, pero indudablemente se ha avanzado.

El PRI es consciente de la seria posibilidad que tiene de hacerse nuevamente con la presidencia de la república y por ello le apremia y comienza a dar muestras de su necesidad de contar con mayoría en las cámaras alta y baja, ya desde ahora, su aventajado candidato presidencial anuncia la necesidad de llevar a cabo las reformas estructurales (específicamente la laboral, la fiscal y la energética) que a través de la fraccio´n parlamentaria de su partido, hace apenas unos cuantos meses, frenó a pesar de los empeños que mostraba por impulsarlar otro grupo de priístas, encabezdos estos por el líder senatorial priísta Manlio Fabio Beltrones, no obstante los empeños de Manlio, el costo político que ello le habría significado al PRI, no convenía desde entonces, a las aspiraciones priístas de Peña Nieto.

Por eso Enrique Peña Nieto se muestra urgido de poder ganar el famoso “carro completo”, es decir, llevarse todo el botín; Peña Nieto sabe que no podrá hacer seguir tratando de hacer lo mismo que hizo Mariano Rajoy durante la candidatura que llevó al PP a ganar la mayoría en todo, Peña Nieto no puede permanecer escondido todo este trecho de aquí hasta las elecciones, no puede dejar que su campaña siga con una serie de propuestas nulas, no puede simplemente, esperar los ataques y evadirlos, no puede esperar unos resultados que todo parece indicar que ya, desde ahora, le favorecen, es claero que necesita hacer pronunciamientos claros sobre temas sustanciales que al parecer, si le interesan desde ahora a los mexicanos.

El PRI puede volver a los Pinos, producto de la desilusión que ha producido la alternancia, como el Partido Popular volvió a La Moncloa resultado de una de las crisis más severas que ha vivido España durante su actual recesión. Pero analizando la reciente experiencia española, no es posible desplegar una campaña a partir de una estrategia conservadora, de escasas promesas de cambio más que aquel que implica sacar al PAN de Los Pinos, enfundados en un cambio que no termina de mostrar en que consiste dicho cambio, si propiamente en algo para bien y para seguir adelante, o si es un cambio que implica una regresión al pasado. No es posible desplegar una campaña sin responder a los ataques, a los cuestionamientos y al debate aduciendo que eso divide a México, evadir el debate sobre temas sustanciales, poco puede abonarle a su campaña, por lo menos a la que despliega con tal de obtener las mayorías legislativas para poder gobernar cómodamente.

Sin embargo, me asalta la siguiente cuestión ¿Para que quiere el PRI una mayoría absoluta en las dos cámaras legislativas, es decir, para que quieren el “carro completo”?, ¿Simplemente para gobernar con la comodidad que les significaría el no tener que negociar con ninguna otra fuerza política?, ya lo decía antes, la última evidencia de un gobierno con una clara mayoría priísta nos significó que nos endilgaran un incremento que llevó el IVA al actual 15%, al respecto, el PRI podrá aducir que tom{o esa decisión con responsabilidad para atender una de las crisis más severas, la de 1995, crisis que por cierto, que derivó de los excesos del anterior gobierno priísta, el de Carlos Salinas de Gortari, entonces ¡Lo hizo el PRI por responsabilidad o sólo para tapar los errores de los propios gobiernos priístas.

El PRI sabe lo nocivo que puede resultarle el hecho de tener que gobernar, desde la presidencia de la republica, pero sin una mayoría en el Congreso, el PRI sabe que en buena medida, al frenar los principales proyectos legislativos de los gobiernos panistas, es responsable de la desilusión provocada por estos, no quiso el PRI que el PAN se llevara los laureles de haber impulsado las reformas estructurales que nuestro país necesita, no quiso tampoco el PRI, compartir el logro que hubiera significado colegislar tales proyectos, quiso el PRI, o quiere el PRI, llevarse las palmas y el costo político el solito. Sabe el PRI que se opuso al avance de dicghas reformas por cuestiones de rentabilidad electoral y por cuestiones de costo político, pero sabe también, que su probable gobierno puede quedar, igual, paralizado, por las mismas razones.

Por eso vale la pena analizar la posibilidad de concederle o no al PRI el cheque en blanco que le pide que le firmen los electores, el PRI quiere una mayoría absoluta, pero sigue sin decirnos para que la quiere, el ejemplo está al alcance, en España, el Partido Popular y la mayoría absoluta que alcanzaron en las últimas elecciones no saben ni tiene forma de enfrentar los graves problemas económicos que aquejan a españa y que le costaron al PSOE no solo su salida del gobierno, sino una de las peores barridas electorales de las que haya tenido en su historia. Con todo y su mayoria legislativa, el PP español no sabe como resolver la grave problemática financiare que asola a España y los electores están a la expectativa, si no hacen algo prontamente, la próxima puede ser la crónica de una derrota anunciada para el Partido Popular español; lo mismo podría ocurrirle al PRI en México, guardadas las debidas proporciones en la comparación que se hace.

De ahí que convenga avanzar en la idea de razonar el voto y de procurar equilibrios entre las distintas fuerzas electorales que actuan en nuestro país, no soy partidario de concederle al PRI la mayoría que requiere para tener su tan añorado “carro completo”, no me convence la forma ern como pretende obtenerlo, menos aú, si desde ahora nos dice que nos democtrará las cosas gobernando, pero sin proponernos nada desde ahora.

Debe quedarnos muy en claro, que los principales problemas de nuestro país, no se resolverán sólo con el retorno del PRI a Los Pinos, eso sería infantil creerlo y el PRI lo sabe y por ello su apuro, sabe que los ánimos en contra del panismo están muy caldeados, lo ha sabido aprovechar muy bien, capitalizándolo a favor de la candidatura presidencia que ha venido promoviendo, pero es consciente, de que el desencanto puede sucederse con la misma proporción y rapidez con la que la gente le puede cobrar la factura hoy al PAN.

Por eso mi propuesta es en el sentido de valorar las propuestas, de ponderar las personas, no a los partidos, de no conceder cheque en blanco a ningún partido, sino, bien por el contrario, votar buscando generar equilibrios en los distintos ámbitos del poder, votando de una manera diferenciada.


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