Señales Codificadas

Dicen que los políticos mandan tantas señales, que pueden interpretarse hasta en su transpiración.

Mandan señales en los colores de su corbata, mandan señales en sus actos protocolarios, mandan señales en sus mensajes y en su trato.

Hoy en día desde la Casa de la Corregidora se ha mandado una línea discursiva y de acción que mucho tiene que ver con la sustentabilidad.

El habitante principal de la Casona de la Plaza de la Independencia, ha iniciado una campaña “cifrada” que trae como particularidad garantizar el desarrollo sostenible de la entidad.

Como primera acción decide reemplazar a su Secretario de Desarrollo Económico y Sustentable, por un perfil meramente ecológico, un joven director de una empresa exitosa dedicada a reciclar componentes y dispositivos electrónicos.

El nuevo Secretario de SEDESU, Gregorio Peláez, tiene como agenda principal impulsar un crecimiento sostenible haciendo prevalecer la ecología ante el desarrollo industrial.

Como segunda acción, hace un par de días el Ejecutivo Estatal lanzó un programa denominado “Querétaro Sustentable” que, aseguran, será el eje rector del segundo trienio de su gobierno.

Este nuevo “Querétaro Sustentable” es una línea de acción congruente con un mayor crecimiento económico empresarial pero respetuoso del estado de derecho y el medio ambiente, beneficiando a los sectores más rezagados.

Es decir, Gobierno del Estado pondrá énfasis en cuidar el apetito voraz de algunos desarrolladores inmobiliarios, de los cambios de uso de suelo indiscriminados, así como de los “ecocidios” que en administraciones pasadas se vivieron.

Pero no nos desviemos del tema; una tercera acción del Ejecutivo Estatal fue impulsar una iniciativa de ley ante los legisladores locales para aprobar un nuevo Código Urbano.

La presentación de la iniciativa incluyo, bombo, platillo, alfombra roja y caravana, ante los representantes de los otros dos poderes del Estado, así como ante diversas figuras emblemáticas de la sociedad civil.

Lo curioso del caso es que esta presentación que no es aún una afirmativa de la legislatura local, se hace a escasos días del arranque formal de las campañas federales y a menos de dos semanas de la elección interna de candidatos locales de Acción Nacional.

Y si usted está pensando que estas acciones llevan mensaje o dedicatoria contra alguno de los contendientes al centro cívico acusado de ser el mayor “ecocida” del municipio de Querétaro, es mera coincidencia.

Recuerde Usted que la política está llena de señales, de coyunturas y de casualidades.

El juego de la ruleta  

El juego está por comenzar o al menos eso es lo que algunos advierten y otros avizoran ya como un hecho su comienzo.

En una de las mesas de ruleta se juega el Municipio de Querétaro, el cual es considerado como “el premio choncho” para la clase política queretana.

Un serio aspirante a la Alcaldía, militante de la oposición al gobierno estatal, ha acusado una maquinación para descarrilar de forma poco ortodoxa sus aspiraciones políticas.

Pero vamos por partes; ¿quién gana y quien pierde con la salida de la contienda de Armando Rivera?

En primer lugar gana el ala dura del panismo queretano, ya que Armando Rivera nunca ha sido “santo de su devoción”.

Gana también Francisco Domínguez, quien se sacudiría de una vez a un digno adversario con miras a la sucesión gubernamental del 2015.

Gana de igual manera Ricardo Anaya, quien de forma discreta a sus 33 años ha acumulado una abultada carrera política. El cual podría dejar de cumplir pactos y compromisos con Rivera Castillejos ante su derrota.

En conclusión el PAN perdiendo gana, ya que las principales cabezas de Acción Nacional no alternarían más con un aspirante incomodo en todos los sentidos de la palabra.

Y no solo eso, en la casa de enfrente también habría devengación de réditos. Ya que los tricolores han también hecho un esfuerzo previo.

Basta analizar las declaraciones del líder priista estatal Braulio Guerra Urbiola, quien en diversos momentos no ha perdido oportunidad para señalar los errores de Rivera Castillejos.

De igual forma si Armando Rivera no fuera el candidato de Acción Nacional al Centro Cívico, se allanaría mucho el camino de Roberto Loyola Vera para recuperar la joya de la Corona.

Y por último, de ser cierto, el ataque que el propio Armando Rivera ha denunciado, definitivamente ganarían los orquestadores del mismo al ver consumado su objetivo.

En conclusión, Armando Rivera parece estar en un juego de ruleta, donde todos apuestan en su contra; habrá que recordar que “la casa nunca pierde”.