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Seguridad Pública: Derecho Humano

Por Staff Códice Informativo - 06/04/2016

El conflicto que vive actualmente el municipio de Querétaro con buena parte de sus policías, adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro […]

 Seguridad Pública: Derecho Humano

El conflicto que vive actualmente el municipio de Querétaro con buena parte de sus policías, adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro (SSPMQ) que dirige el general Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, debe ser analizado de manera meticulosa, pues dentro del entramado que implica la decisión de los policías de parar sus labores, hay un bien superior al de todos los implicados: la seguridad pública.

Ya lo dijo Miguel Nava Alvarado, titular de la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ), y quien media en el conflicto; si los policías en activo paran sus labores, entonces ellos estarían violando el derecho humano a la seguridad pública.

En esas estamos. Por eso es que en estricto sentido, los policías sostienen con la autoridad, no una relación laboral, si una de carácter administrativo.

La seguridad pública es uno de los servicios a los que el Estado está obligado a brindar, y la organización de las corporaciones de seguridad pretende precisamente evitar conflictos como el que se tiene en este momento.

A pesar de ello, los policías no tienen porque soportar vejaciones y malos tratos. Si se está atentando contra sus derechos humanos, esto debe resolverse de forma tajante.

Pero resulta curioso que los policías inconformes hayan decidido parar labores cuando, desde el jueves pasado, se había mostrado buena voluntad para el diálogo en todas las partes, sin embargo, el punto en el que no se llega a un acuerdo y más álgido de todos es el de la destitución de Rolando Eugenio Hidalgo Eddy.

Lo que dan a entender los policías con sus acciones es que ese punto, más que ninguno otro, es el central en sus peticiones. De no resolverse ese, no hay nada que discutir.

Ahora bien, si es sabido por todos que Hidalgo Eddy no se ha adaptado bien a Querétaro, no ha tenido feeling con la ciudadanía, la prensa y la política queretana, y su relación está en un punto de no retorno, ¿por qué no resolver la situación de una vez y cortar la relación que se tiene con el general?

Es una pregunta que queda en el aire, pues su respuesta no es sencilla. Tal vez tenga que ver el hecho de que destituirlo del cargo a estas alturas sería reconocer que fue un error contratarlo. Por otra parte, ya lo dijo el alcalde, Marcos Aguilar: no podemos permitir un ejercicio de subordinación del gobierno.

Quizá detrás de este movimiento de policías haya un trasfondo político, tomando en cuenta el increíble timing con el que surgió la manifestación de los uniformados, justo cuando el general estaba en el ojo del huracán por haber usado una patrulla de la policía municipal para ir al súper.

Lo cierto es que en este momento, todas las partes tienen que actuar de manera política. Los policías juegan sobre una línea delgada y peligrosa, pues sus acciones afectan directamente el derecho humano a la seguridad pública, mientras el municipio de Querétaro sigue, de alguna manera, protegiendo a un funcionario entrampado.

No hay que olvidar que el bienestar de una sociedad debe estar por encima del individual.

¿Cuál va a ser la solución? Que sea la mejor para Querétaro, pero sobre todo, que sea pronta.


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