Matrimonio igualitario, el tema rehuido

Ya está más que dicho que la actual LVII Legislatura, a punto de fenecer, se llevará un yerro para la historia; a pesar de afirmarse como la Legislatura con más acuerdos en Querétaro, no logró, o no quiso lograr, el más importante de todos: el matrimonio igualitario.

Tanto el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como el Partido Acción Nacional (PAN) han hecho mutis sobre un tema que ninguno de los dos, haciendo justicia a la verdad, quiso tocar.

Solo Eunice Arias, del PRI, llevó a cabo un activismo más o menos importante e incluso anunció públicamente que presentaría una iniciativa.

Al cabo de un tiempo, abandonó la idea, y se refugió en el hecho de que como la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ) había presentado una similar, no hacia falta presentar otra.

Pero la verdad es otra. Su anuncio público sentó muy mal a José Calzada, gobernador del estado, quien la llamó a cuentas, pues esta alborotó a la opinión pública poniendo en la agenda un tema que no era de su interés. Hay que recordar que al final día, José Calzada fue el gobernador de las legislaciones conservadoras, estilo declarar a la fiesta taurina como Patrimonio Cultural de Querétaro.

El anuncio de la iniciativa y una pelea muy conocida en los corridillos políticos con Ricardo Carreño, en la fiesta de cumpleaños de uno de sus compañeros diputados, provocó que el gobernador le exigiera a Eunice su licencia.

La diputada no obedeció, y tal vez sea por ello que en sus últimos meses como legisladora ha estado distante al resto de su grupo parlamentario, con una necesidad imperiosa de decirle al mundo que ella y nadie más es la legisladora más productiva del Congreso. Su necesidad de autodeterminación es directamente proporcional al franco repudio que el moribundo oficialismo priista le tiene en Querétaro.

Como un botón, solo hace falta revisar su cuenta de Tuiter @EuniceArias y sus abiertas afrentas a Ricardo Carreño y Ricardo López Portillo Alcantara, quienes tienen un negocio llamado Quiero Taxi. No hace falta recordar que este último es hijo del gobernador sustituto Jorge López Portillo.

A pesar de su discurso, que pretende responsabilizar al PAN  de no entrarle al asunto por su postura conservadora, la verdad es que la propia Eunice tuvo que recular para salvar su carrera política, la cual de todas formas, por lo que parece, se termina el próximo 26 de septiembre. 

Esta Legislatura, con mayoría priista, por cierto, se empeñó en no entrarle al tema y aprovechó cualquier vericueto para rehuirle al asunto. Tanto el PRI como el PAN formaron una figura de comisiones unidas, que les permitió ganar tiempo en burocracia para después parar todo por los procesos electorales.

El pacto fue sencillo. Con tiempo o sin él, tanto el PRI como el PAN lograron acordar algo: dilatar el tiempo para que el matrimonio igualitario sea problema de otros. Y así será. Desde el día uno acechará a los miembros de la LVIII Legislatura, un Congreso que tendrá una composición política bastante diferente; habrá mayoría abrumadora del PAN.

A priori, esto parece indicar que, por lo menos en los próximos tres años, las parejas del mismo sexo tendrán que seguir amparándose para obtener su derecho a no ser discriminado.

Pero lo cierto, al final del día, es que la mayoría panista no hará de la Legislatura un recinto del conservadurismo; el punto es que ya lo es. En Querétaro no gobiernan los partidos, gobiernan las familias, quienes ya decidieron su opinión respecto a que dos personas del mismo sexo contraigan nupcias.