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Golpeteo insalubre

Por Staff Códice Informativo - 13/11/2015

A pesar de la evidencia, María Alemán insiste que los odontólogos no son médicos, inaugurando con ello el golpeteo político del nuevo sexenio, pero basada en argumentos endebles

 Golpeteo insalubre

Tras el temblor político que vivió el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el pasado 7 de junio, fueron pocos los actores tricolores que quedaron vivos en el panorama queretano. La mayoría ha decidido mantener un perfil bajo mientras se reestructura el ambiente político, sin embargo, otros han adoptado una postura de choque que comienza a desgastar su figura. Es el caso de María Alemán Muñoz.

La diputada local, representante del II distrito, es un caso extraordinario tras llevarse la victoria en la elección pasada, y terminó, por acuerdos y componendas políticas, representando en el Congreso al partido Nueva Alianza. En los casi dos meses que lleva como legisladora local, sin duda ha sido la priista (porque lo es) que más nota ha dado. Para su infortunio, ha cometido muchos yerros en su cruzada.

Luego de manifestar su amargura porque el proyecto Ciudad de la Salud se encuentre en revisión por parte de las nuevas autoridades estatales, hasta el punto de afirmar que era un proyecto del mismísimo Enrique Peña Nieto, cargó baterías en contra de Alfredo Gobera Farro, secretario de Salud y Coordinador General de Servicios de Salud. ¿La razón? El funcionario público no cumple con los requisitos para ocupar este último cargo, pues al ser cirujano dentista, según la diputada, no es médico, y por tanto no cumple con lo establecido en la ley.

Se equivoca. Según la diputada, ser dentista –u odontólogo, pues son sinónimos- no equivale a ser médico, pero esto es falso. El propio Colegio Médico de Querétaro, en voz de su presidente Genaro Vega Malagón, reconoce a los dentistas como parte de su gremio. Pero hay más.

Alfredo Gobera cuenta con una licenciatura en Cirujano Dentista, una especialidad en Odontopediatría y una maestría en Administración de Instituciones de Salud. De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana (NOM) 013-SSA2-2006, el estomatólogo (sinónimo de odontólogo, y a su vez de dentista), se define como un profesional de la salud, cuyo campo de aplicación es todo el territorio nacional en los sectores público, social y privado del Sistema Nacional de Salud, lo que incluye a la Secretaría de Salud del estado de Querétaro (Seseq). Ese mismo documento define al estomatólogo, odontólogo o dentista, indistintamente, como médico o médica.

El argumento de la diputada radica en una interpretación de las comas dispuestas en el artículo 80 de la Ley de Salud del Estado de Querétaro, así como la Ley Federal en su artículo 79. María Alemán incluso se esforzó en desarrollar una ponencia apoyada de variados recursos didácticos, desde una presentación de Power Point hasta cartulinas cuidadosamente impresas, en las que reiteró, una y otra vez, que ser dentista y ser médico no son la misma cosa.

Seguramente la legisladora, representante de una buena parte de los queretanos, tendrá que sostener ante el gremio de dentistas de la entidad que estos no son médicos, aunque esta aseveración sobaje un campo profesional que hace tiempo superó ese debate, así como en su momento Adolfo Camacho Esquivel tuvo que responder por considerar que los médicos veterinarios zootecnistas solo sabían cuidar puercos.

La desesperada cruzada de la diputada neoaliancista-priista, y su insistencia a pesar de que leyes, normas y hasta organizaciones refutan su dicho, dan a pensar que, más allá de un interés genuino garantizar que los servicios de salud del estado de Querétaro estén en manos de un profesional en la materia, existe una motivación política detrás de todo esto.

María Alemán llegó muy temprano al juego del desgaste, tal vez impulsada por fuerzas superiores que aprovechan su perfil “lejano” al tricolor, para mandar mensajes cifrados. Lamentablemente para ella, en el juego del desgaste la figura más rozada es la suya.

Es de elemental política la máxima de saber escoger las batallas que se pelean, y lamentablemente, la legisladora no supo escoger una batalla importante, pues el desabrido debate sobre si un dentista puede o no ocupar un cargo por su condición de médico no parece quitarle el sueño a los queretanos. “Nunca pelees una batalla que no vas ganar” reza otra frase del manual básico, y con los infructuosos argumentos que maneja como armas, María Alemán se dirigía, desde un principio, directo al fracaso.

Alfredo Gobera seguirá siendo el secretario de Salud y el coordinador General de Servicios de Salud, a menos que el gobernador Francisco Domínguez Servién decida lo contrario. En cualquier caso, su calidad de médico no será lo que lo defina. En tanto, María Alemán tendrá que trabajar en recuperar el capital político perdido tras el exabrupto.


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