Electoralmente el tema es… Seguridad
La variable poblacional se resquebraja al aplicar la metodología de delitos entre cada 100 mil habitantes, alcanzando índices que superan la media nacional en la mayoría de los rubros
A exactamente 21 días de la elección del 7 de junio, en que los queretanos habrán de renovar su gubernatura, el tema de la inseguridad se ha convertido en el principal punto de preocupación entre la ciudadanía y, por ende, se ha posicionado como eje central en el debate electoral de los diversos aspirantes.
En temas como el desarrollo económico, hay en el planteamiento de algunos candidatos coincidencias, pero en el fondo contienen profundas concurrencias por las condiciones que guarda la entidad. Quizá por ello, para los queretanos la seguridad ha desplazado el tema del empleo y desarrollo económico, tema que en otras entidades es fundamental.
Por eso, quien obtenga la victoria en este proceso, deberá de inmediato asumir acciones para restaurar el orden y la seguridad que, a decir verdad, se han perdido en la administración de José Calzada.
Evidentemente las comparaciones no agradan, sin embargo, los indicadores no son parciales ni intencionales, están ahí y en la opinión pública nacional este tema no responde a intereses ni animosidades.
El periódico Reforma público el pasado 14 de mayo una nota firmada por Gonzalo Soto, titulada “Se van gobers reprobados” a partir de los datos del estudio “México ¿Cómo Vamos?”, en donde puntualmente establece que Querétaro y Colima deberán exigir al futuro gobernador atacar el incremento a la inseguridad que se ha disparado en las administraciones de José Calzada y de Mario Anguiano, respectivamente.
Llama la atención que Francisco Rivas Rodríguez, el director General del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad y consultor para México del National Strategy Information Center, en su artículo publicado en La Silla Rota, fue también contundente al advertir que hay señales de una crisis de seguridad en Querétaro y Guanajuato que podría escalar a una condición de violencia como la que vive Jalisco.
“México ¿Cómo Vamos?” señala siete variables de 10 positivas en materia económica para el estado de Querétaro, sin embargo, esto no es suficiente cuando la percepción y la realidad en materia de estado de derecho y seguridad esta en su peor condición en los últimos 18 años.
La variable poblacional se resquebraja al aplicar la metodología de delitos entre cada 100 mil habitantes, alcanzando índices que superan la media nacional en la mayoría de los rubros.
Por ejemplo, en robo a comercio entre el año 2013 y 2014 se presento un incremento un 64% en Querétaro, mientras a nivel nacional hubo un descenso en la incidencia delictiva del 10% en el mismo periodo.
El vaso puede verse medio vacío o medio lleno, sin embargo, las víctimas del delito solo pueden ver este fenómeno a partir de una sola óptica: exigirle a esta administración asuma su responsabilidad, con lo ingenuo que esto podría significar; o bien, esperar el cambio de poder bajo la premisa que el próximo gobierno tendrá como prioridad restaurar el tejido social, mejorar las condiciones de vida e igualdad y por ende mejorar las condiciones de seguridad.
Son ocho los delitos que impactan directamente en el sentimiento de seguridad y por tanto, deben ser considerados de alta prioridad, según el CIDAC. En primer lugar se encuentra el secuestro, un crimen que además de generar un trastorno directo sobre la víctima y su familia, influye en la sociedad en su conjunto.
“El impacto que genera el secuestro en la sociedad es tan grande que un aumento de 10 secuestros por cada 100,000 habitantes incrementan la percepción de inseguridad en México en casi 5%. Para aumentar la percepción de inseguridad en el mismo porcentaje con el delito de extorsión, se requiere un aumento de 73 por cada 100,000 habitantes”, según el informe Ocho Delitos Primero. Índice Delictivo CIDAC.
En lo que va del 2015, en el estado de Querétaro hubo tres secuestros registrados por la Incidencia Delictiva del Fuero Común. Se tiene suscrito que desde agosto del año pasado, se tuvo un secuestro mínimo por mes hasta enero, es decir, en el lapso de seis meses consecutivos hubo nueve secuestros. Algo que jamás se había suscitado en el estado de Querétaro.
En lo que va de la administración se han denunciado 39 secuestros ante el Ministerio Público; en la administración pasada solo se presentaron ocho, y vale la pena agregar que aún faltan cinco meses de administración actual. Y año con año cómo se comportaron estos delitos.
Ante instancias federales se han presentado también denuncias, lo que podría representar que en esta administración se han llevado a cabo al menos 80 secuestros en el estado.
En el mes de abril, un empresario destacado fue secuestrado por un comando que llegó a su domicilio; a principio de año este tema impactó severamente la tranquilidad de los queretanos por los eventos de plagio registrados en la zona norte de la ciudad.
En ese periodo se incrementó casi 500%, mientras que en ese mismo lapso el ritmo de crecimiento poblacional fue del 1.2% (CONAPO).
Comparando el año más violento de cada administración, surge una diferencia de casi 15 mil delitos entre una y otra. Puesto que en el año 2003 se denunciaron 20,441 delitos siendo el primer año de la administración pasada, mientras que en la administración actual en 2014 se generaron 35,177 delitos.
Hasta ahora, la Procuraduría General de Justicia de Querétaro reconoce que tiene registrada la no localización de 232 personas en la entidad.