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Análisis FODA de Ricardo Anaya

Por Staff Códice Informativo - 17/08/2015

Su carrera política ha ascendido de manera meteórica desde 2012, por lo que no es descabellado pensar que siga creciendo hasta ser el panista mejor parado del país

 Análisis FODA de Ricardo Anaya

Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del queretano Ricardo Anaya Cortés, quien se perfila como el próximo dirigente nacional del PAN.

Fortalezas:

–       Su juventud es la imagen perfecta para el discurso de regeneración y frescura en el que basó su campaña. Es un político que apenas lleva tres años en el escenario nacional, por lo que no trae consigo el nivel de desgaste que la mayoría de políticos que le rodean y le compiten.

–       Proviene de Querétaro, el único estado del país en donde el PAN no solo no perdió de manera estrepitosa, sino que tuvo la mejor victoria de su historia. Su estado se ha convertido en ejemplo nacional y lo llena de legitimidad.

–       Logró acercar a grupos políticos al interior del partido que en el pasado reciente vivían en discordancia. No todos los calderonistas se manifestaron en su contra, y algunos que apoyaron en la pasada elección a Ernesto Cordero, ahora lo apoyaron a él. El ejemplo más cercano es Francisco Domínguez.

–     A nivel federal, ya fue presidente de la Cámara de Diputados, secretario general, dirigente nacional de su partido, y coordinador de su grupo parlamentario, además de subsecretario de Turismo.

–       Ganó la dirigencia nacional de su partido con más del 80 por ciento de votos a su favor, por lo que su holgada victoria le da suficiente margen para hacer política al interior de su partido y seguir trabajando por la unidad del PAN.

Oportunidades:

–       Ante la falta de perfiles sólidos en el PAN, un buen manejo de su imagen, y resultados positivos en las elecciones de 2016 y 2017 podrían hacer de Ricardo Anaya un candidateable a la presidencia de la República en 2018. Su carrera política ha ascendido de manera meteórica desde 2012, por lo que no es descabellado pensar que siga creciendo hasta ser el panista mejor parado del país.

–       En 2016 hay elecciones en 12 estados del país. Quitando que en 2015 hubo elecciones federales para elegir diputados, en 2016 el proceso electoral es aún más grande que el de este año por jugarse más estados. Mantener Puebla y Oaxaca y recuperar Veracruz y Aguascalientes, confirmarían a Ricardo Anaya como parte de la solución en el PAN y lo encumbrarían dentro del ánimo de propios y extraños.

–       Cuando termine su dirigencia nacional, habrán elecciones al Senado de la República, por lo que se garantiza continuar en activo en los reflectores más importantes de la política nacional.

–       Es muy joven. Solo tiene 36 años, por lo que aún en las próximas dos elecciones para presidente de la República, tendría menos de 50 años. Si se mantiene en cargos importantes tiene por lo menos 20 años más de vida política activa al máximo nivel.

Debilidades:

–       Su cercanía con Gustavo Madero mantiene a muchos escépticos. Muchos panistas le siguen considerando un alfil del próximamente diputado federal, lo que le agencia parte de la opinión negativa que existe sobre Madero y en parte, se le atribuye responsabilidad en la pasada derrota electoral.

–       No termina por tener un gran carisma. Es un político metódico, diplomático, preparado y con un discurso refinado, pero no genera mucha empatía entre la población. Es un político hábil y estratégico, pero sigue sin convencer como el rostro de un proyecto político.

–       Su discurso recuerda mucho al del 2006, pues ha puesto como uno de los escenarios que pretende evitar el que un “líder mesiánico” llegue a la presidencia de la República. Se parece al de “es un peligro para México” que utilizó Felipe Calderón contra Andrés Manuel López Obrador, y que si bien entonces funcionó, le dio una victoria muy corta y falta de legitimidad. Ricardo Anaya empieza a visualizar un escenario similar, que pretende contrarrestar con la misma estrategia.

–       Trabajó de cerca al Pacto por México con la presidencia de la República, y cuando fue representante del Legislativo, se le vio cercano a Enrique Peña Nieto, por lo que no se considera que pueda ser un férreo opositor al actual gobierno priista, pues como diputado federal y aún como dirigente nacional nunca fue lo suficientemente enérgico.

Amenazas:

–       Mientras él sea presidente nacional del PAN, del lado del PRI el líder nacional será Manlio Fabio Beltrones. Con muchos más años de experiencia en la vida política del país, podría opacar la figura de Anaya por su oficio y capacidad.

–       El PAN sigue siendo un partido dividido. Aunque ha logrado atraer grupos que hasta hace meses eran antagonistas, sigue la percepción de que en el PAN hay por lo menos dos grandes grupos que se oponen el uno al otro, y no dudan en atacarse.

–       Desde 1991, el PAN no había sido derrotado electoralmente con tanta holgura. Esto pone a Anaya en un reto que ningún dirigente nacional había tenido en los últimos 25 años. La situación que debe enfrentar no es nada sencilla.


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