Acuerdo o carta de buenos deseos

“Hoy los mexicanos quieren un cambio, quieren elevar su calidad de vida”: Enrique Peña Nieto en su mensaje al iniciar su gobierno el 1 de diciembre de 2012.

Insípido, ambiguo, descafeinado, repetitivo y otros adjetivos más fueron los que provocó el Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar, que firmaron ayer el gobierno federal y sectores productivos.

Este acuerdo busca, principalmente, hacerle frente a los efectos inflacionarios por el alza en el precio del combustible. Está dividido en cuatro ejes con acciones para proteger la economía familiar, la inversión y el empleo, preservar la estabilidad económica y fortalecer el estado de Derecho.

Sin embargo, una gran parte de los compromisos establecidos no detallan los esquemas ni plazos para realizar esas acciones, por ejemplo:

– Reforzar acciones en favor de la libre competencia

– Emprender las medidas que fomenten la inclusión laboral de los grupos vulnerables.

– Se fortalecerá el Estado de Derecho para combatir la corrupción y aumentar la transparencia.

¿Cómo, cuándo, en qué parámetros? El documento publicado en la página de la Presidencia de la República no lo explica.

Otras acciones más, parecen retomadas de los discursos y propuestas lanzadas por el mandatario federal en sus primeros días de administración hace más de cuatro años, como por ejemplo:

– Modernizar el transporte público y facilitar la movilidad urbana.

Esa idea fue parte de una de las 13 acciones inmediatas que anunció el presidente Enrique Peña Nieto en su mensaje del 1 de diciembre de 2012. De ellas la número 9 hablaba de tener de nuevo trenes de pasajeros en México, para conectar a sus ciudades (incluido el México-Querétaro, que quedó en el olvido) y “mejorar las condiciones de tránsito en las grandes ciudades”.

Otro de los puntos del acuerdo anunciado ayer dice:

“El Gobierno de la República ejercerá el presupuesto de manera clara, transparente y austera, cuidando en todo momento el gasto social”.

Y el 1 de diciembre de 2012, EPN planteó en sus acciones inmediatas:

“La expedición de un decreto que establezca medidas de austeridad y disciplina presupuestal en el ejercicio del gasto público. El gobierno que hoy inicia, añadió, tiene el compromiso de racionar el gasto corriente y destinar mayores recursos al gasto de inversión en obras, programas y acciones de beneficio directo a la población”.

Finalmente, la negativa de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) a firmar el Acuerdo, por ser es “improvisado, incompleto e insuficiente”, da muestras de la poca confianza en esta medida reactiva de la administración federal tras el malestar generado por el incremento en el alza de los combustibles en México.