Dinero. Los milagros de Tláloc. Enrique Galván Ochoa
Aunque para millares de personas las tormentas que desató Tláloc han resultado trágicas, para el presidente Peña han venido a ser un regalo. Tuvo un […]
Aunque para millares de personas las tormentas que desató Tláloc han resultado trágicas, para el presidente Peña han venido a ser un regalo. Tuvo un pretexto milagroso para cancelar su participación en la Asamblea General de la ONU, por tanto, no le fue necesario decidir entre guardar un tímido silencio o forzadamente hacer alguna crítica al gobierno de Estados Unidos por el asunto del espionaje. ¿Era necesario? Sí, después del claridoso discurso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Las comparaciones hubieran sido inevitables. ¿O hubo línea en Washington para que no asistiera, a fin de no hacer más olas? ¿Who knows? Ya Wikileaks se encargará de ponernos al tanto de la verdad.