El reto de los nuevos juzgadores para proteger los derechos humanos entre particulares
Los derechos humanos están debidamente protegidos no solo frente a la autoridad, sino frente a cualquier particular; tal ha sido el papel que los tribunales en nuestro país se han dado a la tarea de defender
Los derechos humanos están debidamente protegidos no solo frente a la autoridad, sino frente a cualquier particular; tal ha sido el papel que los tribunales en nuestro país se han dado a la tarea de defender.
Uno de los retos que hoy México enfrenta una vez electos los nuevos jueces, magistrados y ministros de la Corte es que continúen mejorando el trabajo bajo este criterio, de que en toda relación o vínculo entre particulares también se deben respetar los derechos humanos de las personas. Dada la complejidad de comprender a cabalidad el alcance que esta protección constitucional para todos los mexicanos ¿será efectiva la protección de los nuevos juzgadores que se elegirán por vía del voto en este mismo año en nuestro país? ¿Y los procesos de insaculación dan garantía de ello?
No tenemos la respuesta, pero deseamos que así sea para no vivir más retrocesos en este tema tan esencial para la vida social de México, pues se siguen presentando casos de violación a los derechos humanos de las personas en múltiples ámbitos, como por ejemplo, el laboral ante acosos de todo tipo, o el de afectación a la información sensible y datos personales en el sector médico, entre otros, y así podríamos seguir ilustrando más casos; por tanto, los nuevos juzgadores tendrán que estar a la altura de un real conocimiento, una práctica profesional y un expertise que garantice dar la debida protección a los derechos de trabajadores, de pacientes, de estudiantes entre muchos otros ámbitos, cuando las violaciones derivan de una relación con otro particular y no únicamente frente al Estado mismo.
El tiempo por venir en la configuración del nuevo poder judicial federal y después los poderes judiciales de cada entidad federativa deberán estar a la altura de miras en tan importante materia; no hay vuelta atrás, necesitamos como sociedad integral a nuevos juzgadores comprometidos, capaces y justos, que demuestren su propia independencia profesional de los otros poderes de nuestra República, y así velen por la protección y defensa de los derechos humanos en toda relación de subordinación pero también de aquellos violentados en relaciones entre particulares. La sociedad en general estará atenta al debido cumplimiento a través de sus sentencias, y de no hacerlo, habrán fallado y retrocedido en este aspecto fundamental de protección de los derechos humanos de los mexicanos.
Opinión de Juana del Carmen Ramos Juárez
Profesora de Departamento de Derecho
Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno
Tecnológico de Monterrey campus Querétaro
jcramosj@tec.mx