Sinaloa ¿un caso especial?
La señora presidente afirmó en su mañanera que “el caso del Estado de Sinaloa, dada la violencia extrema por la que pasa, es un caso […]
La señora presidente afirmó en su mañanera que “el caso del Estado de Sinaloa, dada la violencia extrema por la que pasa, es un caso especial”. Cuando que, en Guerrero, Chiapas, Michoacán, Guanajuato, etcétera, también sufren la misma violencia ocasionada por grupos de la delincuencia organizada.
Lo cual no es nada nuevo. Desde que se implementó la política oficial de los abrazos en lugar de balazos, la violencia se exacerbó y los grupos delincuenciales crecieron y se fortalecieron en el gobierno de López Obrador, presidente de Sheinbaum.
La política oficial de las mentiras creció y se aplica hasta la fecha; lo que no pueden ocultar ni culpar a terceros, es la extrema violencia que hoy vivimos en México. El hoy senador, apenas en agosto pasado diputado federal Ignacio Mier, sigue haciendo culto a la mentira, al manifestar que el pasado fin de semana “solo hubo 5 homicidios” en el Estado de Sinaloa, cuando que, desde el pasado mes de septiembre, no hay semana que no acumulen más de 30 y hasta 50 homicidios cada 7 días.
Así es la política oficial de las mentiras. Mientras en las Cámaras legislativas, Morena y compañía continúan destrozando el contenido de la Constitución para acrecentar el poder del oficialismo; entre tanto las y los mexicanos seguimos sufriendo las terribles consecuencias por los pésimos gobiernos de Morena -en plural-; sí, el resultado es el mismo en los 24 gobiernos que ostentan las siglas del deterioro político: Morena. Por supuesto empezando por el gobierno federal, quien pone el ejemplo y siguen el resto de las administraciones estatales.
Otra más del mitómano de Ignacio Mier, quien ahora cobra como senador de Morena. Aseguró que lo que sucede en el Estado de Sinaloa, es culpa de Francisco Labastida Ochoa ¿Qué? Efectivamente, aquel que fue gobernador hace como 30 años. Vaya cinismo del morenista. Es harto “idiota” o piensa que los mexicanos lo son.
No quieren y no pueden con la violencia.
Por ejemplo, dada la peligrosa situación en el Estado de Sinaloa, en el éxtasis de la violencia, personal del Ejército Mexicano, desarmó a todos los elementos de policía municipal en Culiacán, bajo el pretexto de actualizar la licencia y armamento de los policías municipales.
Ello sucedió en 25 de septiembre pasado y un mes después los elementos del Ejército Mexicano deciden devolver el armamento a los policías municipales ¿Coincidencia, torpeza o contubernio?
Desarman a la policía municipal cuando más violencia hay en el municipio de ese Estado. Inconcebible la actuación de la Defensa Nacional. Mientras la población de ese municipio se quedó sin policías. Bien coordinados.
¡Ah!, pero el brillante senador de Ignacio Mier, asegura que la desbordada violencia que hoy viven los sinaloenses es culpa de Francisco Labastida, quien fuera gobernador de 1987 a 1992. Después de más de 30 años sigue siendo el culpable de lo que sucede en el Estado de Sinaloa. La política oficialista de Morena, eminentemente mediática para consolidar la mentira, la cual solo ellos y sus fanáticos pueden creer.
Mientras en la CDMX, ayer domingo, como 100 policías “encapsularon” a 2 juezas de distrito y 15 personas más que se manifestaban en las afueras del Autódromo Hermanos Rodríguez. La jueza Marlén Ángeles Tovar, adscrita en el Estado de Sinaloa, quien fuera “encapsulada”, pidió a las autoridades federales que, “ese mismo operativo lo implementen en su estado, donde la violencia no cesa”.
Así de incongruentes las autoridades del oficialismo que no procuran justicia, muchos menos otorgan seguridad pública. Para y en contra de los manifestantes, sin embargo, si hay policía para reprimirlos.
Claro, no son tontas las autoridades. Al atropellar los derechos de los manifestantes, no corren peligro alguno; la población buena sí es reprimida por las autoridades; en tanto que, a los malos se les tolera, se les consiente o ¿No pueden con ellos?
Otro fiasco mediático. AMLO dijo, antes de dejar la presidencia, que la violencia que vivían los sinaloenses era culpa de los estadounidenses por haber detenido a 2 de los mayores capos de México. Total, Mier asegura que el culpable es Labastida y AMLO afirmó que la culpa es de los norteamericanos. No se ponen de acuerdo para consolidar sus mentiras.
Lo cierto que el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, es igual o peor de inepto y tolerante que el de su tutor político. Asegura que con “inteligencia” su gobierno resolverá el problema de la violencia.
En definitiva, no hay indicios que nos lleven a pensar que en el futuro inmediato haya cambios en la política de los abrazos y no balazos que heredaron a Claudia, salvo que los culpables -según AMLO-, entiéndase el gobierno estadounidense, decida otra cosa.