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España y México

Por Rubén Moreira Valdez - 09/10/2024

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Ni España era España, ni México, México. Hace 500 años se encontraron dos grupos de parientes lejanos. Sus antepasados nacieron en lo que hoy llamamos […]

 España y México

Ni España era España, ni México, México. Hace 500 años se encontraron dos grupos de parientes lejanos. Sus antepasados nacieron en lo que hoy llamamos Botsuana. Se separaron miles de años atrás, tantos, que poseían distintas formas de interactuar con la naturaleza.

La migración es una constante de la humanidad y el mestizaje un destino al que por fortuna no se puede escapar. Por lo tanto, el encuentro era inevitable y la lógica determinó las consecuencias de aquel evento. Los europeos terminaban su edad media. Su tecnología les permitía cruzar los mares y hacer la guerra de manera más letal. Las monarquías castellana y aragonesa requerían mejorar sus finanzas, y las clases explotadoras incrementar ganancias. Del otro lado del océano los aztecas consolidaban un sanguinario imperio.

Está en boga la vieja narrativa de conquistadores y conquistados, extranjeros versus originarios. Un refrito, usado con variantes en muchas partes del mundo para engañar y fanatizar. Propongo a los promotores de la idea analizar el pasado desde la “peligrosa y subversiva” perspectiva del viejo Marx. “Toda historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es la historia de lucha de clases”, dice El Manifiesto del Partido Comunista.

Don Carlos afirma que no hay de otra y que siempre veremos explotadores contra explotados. Chequen algunos datos: 1) en la idílica Mesoamérica, los aztecas traían asoleadas a las naciones vecinas y su grupo dominante se inventó una serie de mitos para explotar a propios y extraños, 2) en el bando europeo, Cortés buscaba fortuna y no dejó pasar la oportunidad para hacerse de unas tierras, 3) Tlaxcala y otros señoríos se unieron al invasor europeo y le pusieron un alto a sus belicosos vecinos. El triunfo de Cortés solo se entiende por las alianzas que concretó, y 4) el poder europeo y tlaxcalteca se extendió y los explotados lo siguieron siendo.

La independencia y la reforma se convirtieron en una calamidad para los pueblos originarios. A los liberales les encantaba transformarlos en occidentales y dejarlos sin tierras. Cosas del tiempo, la narrativa y el abuso.

México vive problemas, dos de ellos: inseguridad y fracaso del sistema de salud. En lugar de andar de pendencieros con el vecindario, debemos combatir a los narcotraficantes y trabajar por una mejor distribución de la riqueza e independencia económica de las personas.

Somos orgullosos de nuestras culturas milenarias, pero no es prudente que se construyan narrativas para polarizar y romper con la realidad. No es justo dañar la dignidad de las personas y desconocer el mestizaje que nos liga con el momento fundacional de la mexicanidad.

¿Qué diferencia hay entre la brutalidad que se achaca a los conquistadores y la de los narcotraficantes? Encuentro una: el gobierno no sataniza la última.

P.S. No veo al gobierno mexicano exigiendo a los americanos disculpas por la mitad del territorio que se quedaron.

Rubén Moreira Valdez

Diputado federal por el PRI desde el 2018, es un político de Coahuila, que ha desempeñado distintos cargos en los tres órdenes de gobierno. Fue gobernador de su estado, y actualmente es Secretario General del CEN del PRI nacional y coordinador de su bancada en la Cámara de Diputados. Cuenta con un posgrado en Política y Gestión Educativa en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en México y una maestría en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma del Noreste, así como un posgrado en la Universidad del Valle de Atemajac; el Centro de Estudios Carbonell; el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey; la Universidad Iberoamericana y la Universidad de Salamanca


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