Las críticas y duras voces del PRI

El Partido Revolucionario Institucional PRI, en Querétaro, en el país todo, vela armas; se prepara para contienda; suelta juicios severos al “presidencialismo exacerbado”. Es la contienda electoral del 2024 la que se asoma.

Y convoca nacionalmente a análisis; también en lo local. Y llama a sus mejores voces a participar, a resumir propósitos, a afilar juicios.

Es el foro de Análisis Ciudadano al que llama “El México que queremos”. Y ahí se da el boceto y se afina su Plataforma Electoral. Será su aportación al Frente Amplio por México, sin rezago como oposición de avanzada.

Son Abigaíl Arredondo Ramos, su lideresa estatal; y convoca a Mariano Palacios Alcocer, de implacable y brillante oratoria; a Enrique Burgos García, de visión que esclarece rutas a seguir.

Abigaíl Ramos.

La lideresa dejó de lado los cumplidos y la falsa política.

Y endurece juicios.

Apunta a la cabeza:

“El presidencialismo absoluto está desgastado”. Y sin decir su nombre, le rasura los pelos a Andrés Manuel López Obrador, justo en el día de su fiesta en el Zócalo.

Aclara proyectos para el 24.

“Demos paso a los gobiernos de coalición, los que se construyen desde la ciudadanía”; donde importa el pueblo, no el gobierno.

“Y hay dos rutas: la oficialista, que monopoliza opinión y función pública, y la de la oposición, donde está el PRI, donde estamos nosotros, que busca abrir espacios, democratizar el gobierno e impulsar el progreso”.

El evento se realiza en el auditorio del Club de Industriales, que registró un lleno total – más de 250 personas – en donde se allegaron sillas y aun así, quedó gente de pie. Se vio, pues, ánimo por participar.

Mariano Palacios Alcocer.

El exgobernador queretano es implacable en sus juicios. Y con una reconocida, brillante y habitual oratoria expone:

“Hoy que la política se ha vuelto descalificación, cuando la política se ha vuelto denuesto, hay que abrir un espacio a la reflexión, al pensamiento y a la propuesta”.

Cuando Mariano comenzó a hablar, la sala guarda un silencio absoluto.

Hace un reconocimiento abierto a la licenciada Abigaíl Arredondo, presidenta del PRI en el estado.

“Reconozco su esfuerzo, el trabajo y la decisión de hacerle frente en los momentos más hostiles en la historia de nuestro partido. Somos oposición en el municipio, lo somos en el estado y lo somos en el ámbito federal. Sin recursos, pero sí con una voluntad férrea, con decisión y carácter, encabeza dignamente al PRI en Querétaro”.

Pero Mariano endurece con su partido sus juicios, cuando se pregunta que, hasta donde “las estructuras actuales de nuestro partido, como partido de sectores y organizaciones, se corresponde con la sociedad mexicana del siglo XXI”, para dudar de estos sectores y organizaciones que puedan ser la estructura básica del partido, “¿O debe haber nuevas ofertas para tratar de no vivir con el fondo de las clientelas cautivas que no son funcionales para ganar elecciones, aunque si lo sean para gobernar”?

Y arrecia sus dudas cuando pregunta a la abundante concurrencia.

“¿Somos en este momento un partido moderno? ¿Hay condiciones en México para la lucha democrática en condiciones de igualdad con piso parejo? ¿Por qué se ha convertido el presidente de la república en el eje nacional de la política, descalificando a sus opositores y convirtiéndose en el dueño de la verdad absoluta, dejando de ser el país muchas voces para convertirse en un país monofónico desde sus mañaneras?”.

Por su parte, el ex gobernador Enrique Burgos endurece también juicios y apreciaciones, al señalar que “el primer compromiso del estado, el número uno, es la seguridad de los ciudadanos y si no existe el destinatario de los derechos, si no tenemos una seguridad, no solo una seguridad jurídica, sino una seguridad integra, a su vida y a sus bienes, lo demás será inviable”.

Los estilos de ambos gobernadores son distintos, pero coinciden en los señalamientos hacia el presidente de la república.

Hoy y eso lo estamos viendo, cuando el gobierno, no el estado, declina ante esa posición, de una posición que existe. “Te voy a acusar con sus abuelitos o con sus abuelitas” ante el drama de los que está pasando. ¿Qué pensará una gente que fue víctima de esa violencia?

Ni Mariano Palacios ni Enrique Burgos, ambos exgobernadores queretanos, fueron condescendientes con el presidente.

Tampoco lo hizo ayer Alejandro Moreno. Y por los hechos de este lunes, le dice al presidente:

“Usted habla como si el PRI fuera igual a Morena; pero lo mejor del PRI se quedó en el PRI. Y lo peor que estaba en el PRI, está de su lado”.

Y ahí andan sus corcholatas – al menos tres – que militaron en el PRI y “usted mismo así lo hizo”.

El piso político se sobrecalienta en el país. También en Querétaro.