Lula da Silva ¿regresará por tercera ocasión a gobernar a Brasil?
Lula necesita recibir más del 50 % de los votos para ganar en la primera vuelta del domingo, y en caso contrario, los dos candidatos más votados deberán ir a una segunda que sería el 30 de octubre.
El ex mandatario de ultra izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva fue sentenciado a más de 20 años de prisión por cargos de corrupción; las condenas parecían ponerle fin a su carrera histórica, sin embargo resurgió y está a punto de convertirse por tercera ocasión en presidente de su país, Brasil.
Da Silva de 76 años se libró de las acusaciones, las cuales fueron anuladas apenas el año pasado luego de que el Supremo Tribunal Federal de Brasil dictaminó que el juez que procesó sus casos no fue imparcial, sin embargo, pisó por 580 días prisión y tuvo casi 300 arrestos.
El regreso a la presidencia consolidaría su estatus como la figura más influyente en la democracia moderna de Brasil y es que cuando dejó el cargo en 2011 después de dos mandatos, el índice de aprobación superaba el 80 por ciento.
Una victoria completaría la extraordinaria travesía de da Silva, a quien el expresidente Barack Obama una vez calificó como “el político más popular de la Tierra” y es que en parte será gracias a una campaña de la vieja escuela, ya que recorrió su país realizando mítines presenciales con mensajes cortos en detalles pero llenos de promesas, asistió a muy pocos debates, ha ofrecido mínimos pormenores sobre sus propuestas y rechazó la mayoría de las solicitudes de entrevistas.
Hasta ahora se mantiene como el favorito en los sondeos para convertirse nuevamente en presidente de esa nación latinoamericana, aunque se teme una transición tumultuosa en caso de derrotar a su contrincante, Jair Bolsonaro en las elecciones que se realizarán este domingo.
Lo que preocupa no es quién ganará, sino si Bolsonaro, el actual líder del país, intentará dar un golpe de Estado si pierde y si los partidiarios aceptarán la derrota, en caso de que esto suceda en las urnas y es que si se producen disturbios masivos, la llamada policía militar del país, una fuerza de aproximadamente medio millón de oficiales, sería la encargada de restaurar el orden, aunque claro la policía sería el primer frente de respuesta a estas acciones masivas. Y eso da un enorme poder para influir en los resultados.
Y es que el actual mandatario de Brasil ha hecho todo lo posible por sembrar dudas sobre la validez de las elecciones, al afirmar, por ejemplo, que las máquinas de votación electrónica del país serán manipuladas para inclinar el voto a favor de su oponente, aunado a esto, no se ha interpuesto ninguna denuncia entorno al sistema de votación.
Lo ideal sería que Luiz Inácio Lula da Silva gana la presidencia de Brasil sea en la primera vuelta, pues es una elección absolutamente cuestionada por las fuerzas fascistas brasileñas y podrían no aceptar su triunfo, incluso los mismos militares; la situación es difícil, consideró el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Lucio Oliver.
Mientras tanto, la investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Tania Carranza Gaytán, señaló que los gobiernos petistas de Lula da Silva y Dilma Rousseff tuvieron varios aciertos, pero también cometieron errores. En esta ocasión la posibilidad de que gane el primero, y con ello el pueblo brasileño, permitiría la corrección de esos errores.
Para la experta, de ganar Lula da Silva podría hablarse de una posible integración desde el punto de vista bolivariano, se modificaría la configuración latinoamericana y el contexto internacional, en el sentido de que Estados Unidos y el imperialismo, en general, han mantenido una estrategia de que el mundo sea unipolar y haya una sola hegemonía: la imperialista encabezada por ese país.
Lula necesita recibir más del 50 % de los votos para ganar en la primera vuelta del domingo, y en caso contrario, los dos candidatos más votados deberán ir a una segunda que sería el 30 de octubre.