Hagamos nuestra propia hortaliza

Aunque es una actividad sencilla, el impacto que provoca es muy grande; se ahorran miles de pesos en transportación, empaquetado, colocación en puntos de venta, etc., además, los productos obtenidos son 100% orgánicos.

Tener una hortaliza en casa puede representar un motivo para pasar tiempo en familia, comprender la importancia del cuidado de la vida y disfrutar vegetales frescos todo el año.

Pero ¿qué procedimiento hay que seguir para construir la hortaliza? A continuación te explicamos los pasos para diseñar tu propio huerto en casa:

–       Espacios y recipientes para el cultivo: ya sea que plantes directamente en el jardín o que utilices una maceta, es importante que el lugar que elijas para tu huerto sea de fácil acceso, así no tendrás problemas para el riego y otros cuidados. Es recomendable sembrar en un lugar con orientación al sur para que las plantas puedan recibir al menos 5 horas diarias de luz solar. Puedes usar prácticamente cualquier tipo de recipiente para sembrar: envases vacíos, llantas e incluso utensilios de cocina viejos, sólo asegúrate de que cuenten con un drenaje en la parte de abajo para que la siembra no se pudra.

–       Preparación de la tierra: si vas a sembrar en el jardín, lo ideal es que el suelo sea margoso, ya que retiene muy bien la humedad y contiene materia orgánica con muchos nutrientes. Si siembras en macetas u otros recipientes ten en cuenta que necesitarás más abono y más agua. El abono lo puedes fabricar mezclando un sustrato de buena calidad (se consigue en un vivero) con café o tabaco, aunque el mejor abono es la composta.

–       Selección y ubicación de vegetales: es importante que antes de sembrar planifiques el huerto, pues sólo así podrás sacar el mejor provecho de tu cultivo. Por ejemplo, si vas a sembrar jitomates, zanahorias o chiles grandes utiliza una maceta honda, pues necesitan profundidad para crecer bien, elije plantas resistentes al calor y al aire si vas a tener el huerto en la azotea, no pongas la hortaliza junto a árboles frutales, pues compiten por agua y nutrientes, planea la siembra a través de un calendario por temporadas, para que puedas cosechar durante todo el año y aprovecha el espacio entre plantas para sembrar hierbas aromáticas.

–       Acolchado: consiste en cubrir la siembra con una mezcla de paja, virutas de madera, hojas, ramas y piedras para proteger a las plantas de temperaturas extremas, mantener la humedad del suelo y evitar el crecimiento de malezas. Se recomienda que la capa de acolchado tenga aproximadamente 5 centímetros de grosor.

–       Siembra y trasplante: hay vegetales que no pueden ser trasplantados, como las zanahorias ó los rábanos, sin embargo, hay muchas otras que primero pueden ser germinadas en contenedores pequeños y una vez que han crecido lo suficiente se pueden pasar a otros más grandes o al suelo. Al plantar las semillas, estas se deben poner a una profundidad de tres veces su diámetro, mientras que al trasplantarlas hay que hacer un hoyo lo suficientemente grande para colocar la planta con cuidado de no lastimar sus raíces. Una vez colocada, se le agrega un poco de abono y agua.

El MUAC de la Ciudad de México pondrá en marcha el próximo sábado 3 de marzo un taller de huertos urbanos, conoce más al respecto aquí.